Jardín Botánico Regional del CICY: conservación, difusión y educación

Mérida, Yucatán – Fundado en 1983, el Jardín Botánico Regional (JBR) “Roger Orellana” forma parte de la Unidad de Recursos Naturales del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY), su objetivo es fomentar y difundir el conocimiento, la conservación y el disfrute de los recursos vegetales a través de colecciones y exhibiciones de plantas vivas con fines de investigación, educación, conservación, entretenimiento y promoción de cultura ambiental.

El crecimiento urbano que ha experimentado la ciudad de Mérida ha convertido el Jardín Botánico Regional del CICY en una isla verde que contrasta con su entorno. Lo que inició como un antiguo plantío de henequén, cuenta ahora con colecciones distribuidas en dos hectáreas y media abundantes en vegetación.

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En 1999, fue declarado Museo Vivo de Plantas por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales del estado de Yucatán (Semarnat), misma que le otorgó el registro como Unidad de Manejo para la Conservación de Vida Silvestre en el 2002.

Su denominación actual, Roger Orellana, fue declarada en honor al investigador Roger Orellana Lanza, quien fue el principal precursor del proyecto del jardín botánico, comprometiéndose desde su llegada al CICY a salvaguardar dos y media hectáreas de colecciones de plantas dedicadas a la conservación.

Composición del jardín

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En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, José Luis Hernández Stefanoni, director de la Unidad de Recursos Naturales del CICY, señaló que el jardín cuenta con los diferentes ecosistemas que están presentes en la región de Yucatán, entre los que se encuentra la duna costera, los manglares, selva baja, selva mediana, selva caducifolia y selva perennifolia.

“Si alguien quisiera ver cómo son los diferentes ecosistemas de la península de Yucatán, visitando el jardín se daría una idea. Además tenemos colecciones particulares que se han hecho para propósitos específicos, como la de palmas, agaves, plantas medicinales y plantas aromáticas”, apuntó.

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Las colecciones particulares, como las plantas medicinales y las plantas aromáticas, han sido desarrolladas por investigadores que se dedican especialmente al estudio de sus propiedades y usos en la región de Yucatán.

Conservación de especies nativas de la península

Margarita Clarisa Jiménez Bañuelos, subdirectora del Jardín Botánico Regional del CICY, señaló que el principal énfasis de la estrategia de conservación del jardín son las colecciones de plantas nativas.

“Queremos tener el arca de Noé de las plantas. Si bien no podemos tener una gran variedad de ellas, tenemos las más representativas de diversos ecosistemas de la península de Yucatán, y esto nos permite resguardar material vegetal vivo, o bien en semillas, diferentes clases de propágulos y estacas”, apuntó.

Educación ambiental

A lo largo de los últimos 30 años, el Jardín Botánico Regional ha recibido la visita de cientos de grupos escolares de primaria, secundaria, bachillerato y licenciatura, con el objetivo de inculcar la observación, la curiosidad y el aprendizaje.

“No es una clase, pero vienen a vivir la fotosíntesis, a saber qué es la hierba, qué es un árbol o por qué las hojas son tan importantes. No lo van a ver en un libro sino en vivo y en directo”, apuntó Jiménez Bañuelos.

El programa está coordinado actualmente por Verónica Franco Toriz, técnica académica del CICY, quien se encarga de promover la educación ambiental a través de visitas para los distintos niveles estudiantiles durante todo el año.

Investigación

En la línea estratégica de investigación, especialistas de diversas ramas científicas y de distintos departamentos del CICY experimentan y emplean los espacios del Jardín Botánico Regional. Realizar un estudio general para responder a cuestiones ambientales o conocer cuántas hojas caen al suelo para formar la materia orgánica, son algunas de las tareas para las que investigadores y estudiantes solicitan las diferentes áreas del jardín, de acuerdo con Clarisa Jiménez Bañuelos.

“Todo esto hace que el Jardín Botánico Regional tenga una presencia muy importante en el CICY para los investigadores, y yo creo que todas nuestras actividades son igual de importantes y van dirigidas a diferentes sectores de la población”, apuntó la investigadora.

Cultura y recreación

En palabras de Clarisa Jiménez Bañuelos, la línea de recreación y cultura ha permitido que el público general yucateco se acerque por primera vez al jardín Roger Orellana que, a pesar de contar con tres décadas en funcionamiento, no había recibido visitas de gente externa al centro de investigación.

Como parte de esta estrategia, se organizan eventos en los que el público general participa en actividades que tienen como fin resaltar las características generales del jardín, así como la importancia de las variedades de plantas y ecosistemas que en este coexisten. “Nos da mucho gusto que la gente venga al jardín, lo disfrute y recorra sus colecciones”, apuntó la investigadora.

Nuevas colecciones para el 2017

Con el financiamiento de Infraestructura del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), el Jardín Botánico Regional se prepara para ampliar sus colecciones con miras a promover una mayor interacción con la sociedad. Por una parte, la colección de los desiertos albergará un número considerable de plantas amenazadas y en peligro de extinción, con el objetivo de promover su conservación y su conocimiento entre la población yucateca. Por otra parte, la casa tropical contará con plantas de diversos ecosistemas tropicales del mundo.

De manera complementaria, el jardín contará con un centro de atención para visitantes que permitirá recibir un mayor número de visitas escolares y del público general, ya que sus espacios estarán acondicionados para proyecciones de películas y actividades que promuevan el interés por la naturaleza.

Con el interés de fomentar los ingredientes tradicionales con alto valor nutritivo y cultural que resalten la biodiversidad de México, se han realizado tres encuentros culinarios en los que se han degustado los sabores de platillos a base de chaya, los productos de solares tradicionales y chiles, moles y chilmoles.

“La chaya fue muy importante para nosotros porque marcó el inicio de esta iniciativa y contó con la participación de alrededor 35 estudiantes, profesionales y aficionados a la gastronomía que elaboraron una variedad de platillos con usos muy diversos de la chaya, desde los tradicionales hasta los que incluían aspectos más elaborados como la langosta”, apuntó Jiménez Bañuelos.

En el segundo encuentro se realizó una lista de al menos 60 productos que podían obtenerse de solares tradicionales, con los que los participantes hicieron platillos que deleitaron a los visitantes, con preparaciones que incluían cocina molecular.

“En el tercer encuentro tratamos que la gente reconozca sus chiles y sepa que tenemos chiles en la localidad que forman parte de nuestra cultura y biodiversidad, como el chile verde yucateco y el chile Max”, apuntó la subdirectora del Jardín Botánico Regional.