Jefes de inteligencia del Senado de ambas partidos rechazan las acusaciones de escuchas telefónicas de Trump

Los líderes republicanos y demócratas del Comité de Inteligencia del Senado han desestimado las reclamaciones incendiarias de Donald Trump de que Barack Obama puso a las oficinas del ahora presidente bajo vigilancia.

“Basándonos en la información que disponemos, no vemos indicios de que la Trump Tower fuera objeto de vigilancia por parte de ningún elemento del gobierno de los Estados Unidos antes o después del Día de la Elección 2016”, dijeron el republicano Richard Burr ,de Carolina del Norte, y el demócrata Mark Warner, de Virginia, en una declaración conjunta este jueves.

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Burr y Warner dirigen uno de los comités del Congreso que investigan los vínculos con Rusia por parte de los asociados de Trump. Aquellas investigaciones han ampliado su enfoque para incluir la acusación sin pruebas de Trump , hecha en Twitter el 4 de marzo, de que Obama ordenó la vigilancia de su sucesor.

Sus homólogos del comité de inteligencia de la Cámara de Representantes, el republicano Devin Nunes y el demócrata Adam Schiff, ambos de California, anunciaron la misma conclusión el miércoles.

“No tenemos ninguna evidencia de que esto haya tenido lugar”, dijo Nunes, un aliado crucial de Trump y miembro de su equipo de transición de seguridad nacional.

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Trump creó una tormenta política el 4 de marzo en una serie de tweets que llamaron a Obama un “tipo malo (o enfermo)” dentro de una acusación que, desde un principio, los funcionarios estadounidenses han llamado infundada y que Obama negó inequívocamente.

“¡Terrible! Acabo de enterarme de que Obama tenía mis “líneas intervenidas” en la Trump Tower justo antes de la victoria. Nada Encontrado. ¡Ésto es mccarthismo! ” twiteó Trump.

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Bajo la ley vigente sobre vigilancia, el presidente de los Estados Unidos no tiene el poder de ordenar que los ciudadanos estadounidenses sean espiado. Las agencias de seguridad que buscan llevar a cabo la vigilancia de los estadounidenses con fines de contraespionaje o antiterrorismo requieren una orden judicial. En consecuencia, la demanda de Trump implicaba una acusación de que Obama y los servicios de seguridad habían cometido un delito grave.

James Clapper, que renunció como director de inteligencia nacional en enero, ha dicho que no se emitió tal orden.

Es legal adquirir las comunicaciones de los estadounidenses en el curso de la vigilancia de rutina de los funcionarios extranjeros, como en el caso de que el embajador ruso esté en contacto con el ex asesor de seguridad nacional Michael Flynn.

Trump, en una entrevista de Fox News el miércoles, no retrocedió en la acusación, pero la atribuyó erróneamente a un reporte del New York Times en enero sobre comunicaciones interceptadas y registros financieros acerca de los asociados de Trump y funcionarios rusos.

Cuando se le preguntó por qué no había confiado en la inteligencia estadounidense para una demanda con extraordinarias implicaciones legales, Trump dijo extrañamente: “Porque no quiero hacer nada que vaya a violar cualquier fuerza de una agencia”.

A medida que la gravedad de la acusación de Trump se estableció en Washington, los ayudantes de Trump lucharon por defenderla, y añadieron más reivindicaciones absurdas sobre ella. La asesora de Trump, Kellyanne Conway, se refirió en una entrevista con Bergen Record a “microondas que se convierten en cámaras”, algo que la Casa Blanca afirmó posteriormente que era una broma.

Mientras que el FBI ha guardado silencio sobre la demanda de Trump, su director, Jim Comey, está citdo para testificar sobre la investigación de Rusia el lunes ante Nunes y el comité de Schiff, donde es casi seguro que se enfrentará a preguntas sobre el espionaje a Trump.

El portavoz de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, apoyó las conclusiones de los comités de inteligencia, diciendo que “no había visto evidencia alguna” de la acusación de Trump contra Obama.

“Los comités de inteligencia, en su continua, creciente investigación en curso de todas las cosas de Rusia, llegaron al fondo -al menos hasta el momento con respecto a nuestra comunidad de inteligencia- que no existió tal interferencia”, dijo Ryan a los periodistas el jueves en el Capitolio.