José Pepe Mujica, el ex-presidente uruguayo llegó hasta la frontera de Tijuana financiado por el panismo del doble discurso y la doble moral en momentos en donde los azules requieren de adeptos para reafirmar su presencia en la entidad ya que lo frágil y corrupto de sus gobiernos los pone en tela de duda. En ese sentido y, abusando como acostumbran de la buena fe del pueblo es como trajeron al personaje que pasearon por la ciudad como reina de carnaval barato. Se dice entre la vieja guardia de los izquierdistas mexicanos que don “Pepe,” efectivamente él estuvo en la guerrilla y preso, pero que no fue el único y ni el mas destacado de aquel proceso, pero que curiosamente el hoy senador conquisto con su discursito de paz y amor la presidencia de su país.
Resulta interesante el análisis sobre el “tupamaro” acá en la tierra tan de propios y extraños por todo aquello que representó el contexto político del momento. De entrada, cabe destacar el despilfarro de recursos para mover al que siempre hablo de austeridad en el gobierno que representó. De igual manera, todo se generó dentro del marco de la visita de Ricardo Anaya, que entre otras cosas anda en plena campaña y siendo el gobernador su principal operador en la entidad. De ahí pues la simulación y el engaño de la derecha disfrazada de generosa. Por eso ahora van el botín que representa la UABC tanto Kiko Vega, Jorge Ramos, Leonardo Fernández, entre otros, son los cerca de quince mil cimarrones en edad de votar. No olvidemos que el capital político panista está en crisis y requieren de sangre joven, fresca y manipulable al costo que sea, he dicho.
José Pepe Mujica, quien tiró en su juventud con la izquierda y cobró en Tijuana con la derecha
