Para dar solución a la posibilidad de un problema de estructura provocado por un deslave en la parte trasera del Kínder María Bolaños Cacho en la colonia Altamira directivos y padres de familia han buscado apoyo de las autoridades desde hace varias semanas, en reiteradas ocasiones se le confirmo que el peligro no era inminente y no había necesidad de suspender clases.
Algunos padres continuaron inconformes y casi el 50% de los alumnos dejaron de asistir a clases, hasta el momento las clases continúan con normalidad y la zona de peligro continúa acordonada. La escuela tienen prohibido hablar con los medios según un documento enviado por gobierno municipal pero afirman que ya se le está dando solución al problema.
