La madera podría ser la causa del brillante sonido de los violines Stradivarius

El mundo de los de violines está dominado por dos nombres: Antonio Stradivari y Giuseppe Guarneri. Ambos maestros vivieron a finales del siglo XVII y principios del XVIII en una pequeña población al norte de Italia llamada Cremona, famosa por su reputación como el lugar donde se elaboraban los mejores instrumentos de cuerdas del mundo.

Desde entonces, los lutieres no se han cansado de tratar de imitar la maestría de Stradivari y Guarneri, copiando su elección de madera, geometría y métodos de construcción. Sin embargo, sus esfuerzos han sido poco exitosos.

- Publicidad-

La razón por la que nadie ha logrado reproducir ese sonido sigue siendo uno de los misterios más perdurables de la elaboración de instrumentos.

Un nuevo estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, sugiere que la respuesta podría estar en la madera: los tratamientos minerales, seguidos de siglos de envejecimiento y transformación por el uso, podrían darle a estos instrumentos sus calidades tonales únicas.

“Si comparas la madera de arce de un Stradivarius con la madera de maple moderna de calidad superior, que es casi la misma, son totalmente diferentes”, explicó Hwan-Ching Tai, profesor de química en la Universidad Nacional de Taiwán y autor del ensayo.

- Publicidad -

En el estudio, hecho en colaboración con el Museo Chimei en Taiwán, Tai y sus colegas usaron cinco técnicas analíticas para evaluar las virutas de madera de dos violines y dos chelos de Stradivari y un violín de Guarneri. Sus mediciones produjeron varios hallazgos importantes.

En primer lugar, hallaron pruebas de tratamientos químicos que contenían aluminio, calcio y otros elementos, una práctica perdida en las generaciones posteriores de lutieres.

- Publicidad -

“Los lutieres modernos no lo hacen”, comentó Henri Grissino-Mayer, profesor de geografía en la Universidad de Tennessee. “Este ensayo es el primero en convencerme de que algún tipo de infusión mineral en la madera podría ser la causa del sonido superior en un instrumento musical”.

Se desconoce si los resultados tonales de estos tratamientos son una coincidencia o si los maestros cremoneses sabían de antemano que los químicos tendrían un efecto, comentó Tai. También dijo que pensaba que tal vez fueran los leñadores quienes aplicaran primero los químicos al bañar la madera con minerales para protegerla de hongos y gusanos antes de venderla.

Los investigadores también descubrieron que un tercio de un componente de la madera conocido como hemicelulosa se había descompuesto en los instrumentos elaborados por Stradivari y Guarneri. Como por naturaleza la hemicelulosa absorbe mucha humedad, el efecto era que los instrumentos tenían cerca de veinticinco por ciento menos de agua que los modelos más recientes.

“Esto es de vital importancia porque, a menor humedad, más perfecto el sonido”, explicó Joseph Nagyvary, lutier y profesor emérito de bioquímica en la Universidad A&M de Texas, que no participó en el estudio.

En comparación con otros violines, los elaborados por Stradivari y Guarneri se conocen por poseer timbres graves ricos y profundos y un atributo conocido como brillo, o la capacidad de producir un sonido claro de alta frecuencia que “vibra en nuestros oídos desde muy lejos”, comentó Nagyvary.

El equipo de Tai también descubrió una propiedad en las muestras de los violines fabricados por Stradivari, pero no en sus chelos: al calentar las virutas de madera de los violines, hallaron un pico extra en oxidación, que hace que las fibras de la madera se separen.

Esta separación, posible consecuencia de siglos de vibraciones producidas al tocar el instrumento, podrían darle una mayor expresividad, dijo Tai, y añadió: “Los más grandes violinistas con frecuencia sienten cómo estos antiguos violines vibran con mayor libertad, lo cual les permite expresar un mayor abanico de emociones”.

El interés de Tai en los violines cremoneses data de hace diez años, cuando cursaba una especialización en neurociencia en el Instituto de Tecnología de California. Un amigo le habló de Nagyvary, quien en los ochenta fue el primero en sugerir que Stradivari y Guarneri habían usado madera procesada químicamente para elaborar sus instrumentos. Hoy, el laboratorio de Tai concentra su atención en la neuroquímica de la enfermedad de Alzheimer, sin dejar de ser un apasionado del audio de alta fidelidad y la música clásica.

Durante el invierno de 2006, Tai visitó a Nagyvary en Texas y fue así como nació su interés en el misterio de los famosos violines. Después de ese encuentro, pasó varios años trabajando en una revisión de 60 páginas de la investigación de los violines de Cremona.

Cuenta que con el paso del tiempo han surgido y se han desechado varias hipótesis sobre las propiedades secretas de los instrumentos de Stradivari y Guarneri. Hubo un momento en el que la gente sugería que los lutieres simplemente habían usado árboles ahora extintos, pero esos árboles todavía existen.

En 2003, Grissino-Mayer y un colega afirmaron que el secreto de Stradivari tenía que ver con el hecho de que había vivido durante una época extremadamente fría, conocida como la Pequeña Edad de Hielo, y que los árboles a su alrededor crecían de manera distinta.

Otra teoría popular cuenta que Stradivari usó un barniz con propiedades tonales mágicas, pero eso no se ha comprobado con ningún análisis químico.

Tai espera que descubrir los secretos en la madera de los violines cremoneses ayudará a guiar los intentos de reconstruir réplicas que puedan preservar los sonidos de los instrumentos de Stradivari y Guarneri.

Debido a su continuo proceso de descomposición, muchos instrumentos Stradivari y Guarneri perderán su acústica en los próximos 100 años, dijo el experto y agregó: “Estos instrumentos no durarán para siempre”.