La investigación del comité de inteligencia de la Cámara de Representantes de los supuestos vínculos de la campaña de Trump con Moscú parece estar en peligro, esto como resultado del comportamiento inexplicable de su presidente, Devin Nunes, ex asesor de Trump.
Tal comportamiento incluye una desaparición inexplicada durante un viaje en Uber junto con un empleado el martes por la noche, descrito por su contraparte demócrata como una “peculiar escapada nocturna“.
La investigación parece paralizada, con Nunes convocando una audiencia crítica programada para el martes 28 de marzo, en un momento en que su homólogo demócrata en el comité, Adam Schiff, dijo que había visto más que pruebas circunstanciales de connivencia entre el campo de Trump y Rusia .
En una audiencia extraordinaria el lunes pasado, el director del FBI, James Comey, confirmó por primera vez que la oficina estaba investigando a los asociados de Trump por posibles connivencias con Moscú.
En la audiencia, Comey se negó a nombrar a cualquiera de los ayudantes de la campaña bajo escrutinio del FBI. Schiff, el demócrata de alto rango, dijo que él y Nunes habían recibido un reporte clasificado que implicaba pruebas de connivencia que “no es puramente circunstancial”.
Schiff dijo que había convencido a Nunes para que presentara una solicitud conjunta a Comey para compartir esa evidencia con el resto del comité, pero dijo que no sabía cómo reaccionaría el director del FBI.
Nunes, que sirvió en el equipo de transición de Donald Trump, pospuso posteriormente la segunda audiencia, que habría escuchado de ex jefes de inteligencia y un ex subsecretario general, Sally Yates, quien fue despedido por Trump.
Nunes dijo que quería posponer la audiencia para darle más tiempo al comité para conversar con Comey y el director de la Agencia de Seguridad Nacional, Michael Rogers. Sin embargo, Schiff afirmó que la audiencia había sido cancelada para “ahogar la información pública” y evitar más vergüenza para la Casa Blanca.
Nunes ha estado bajo escrutinio durante la semana pasada por otras razones. Se informó que desapareció el martes por la noche, en circunstancias misteriosas. The Daily Beast informó que Nunes recibió un mensaje en su teléfono mientras viajaba en un automóvil Uber con un alto funcionario del comité en Washington, y luego dejó el coche bruscamente sin decirle al empleado a donde iba.
Al día siguiente llamó a una conferencia de prensa, sin decirle a su personal de alto nivel lo que iba a decir, y anunció que había visto “docenas” de informes de inteligencia que mostraban que las agencias de inteligencia estadounidenses habían “recogido incidentalmente” material sobre miembros del equipo de transición de Trump.
Esta recolección incidental ocurre cuando la vigilancia aprobada por un tribunal de un objetivo de inteligencia recoge comunicaciones que involucran a personas estadounidenses que no son el objetivo formal de la vigilancia.
Nunes no compartió el material de inteligencia que afirmó haber visto con los miembros demócratas de su comité, y en su lugar los indignó más al informar a Trump. Dijo más tarde: “Tenía el deber y la obligación de decirle porque, como usted sabe, está tbajo fuego en los medios de comunicación”.
El presidente más tarde dijo que se sentía “algo” reivindicado en sus repetidas afirmaciones de haber sido blanco de una escucha telefónica del gobierno de Obama, a pesar de que estas afirmaciones han sido repudiadas por Comey, jefes de inteligencia y altos republicanos que dijeron que no había evidencia para ellos.
Schiff criticó a Nunes por no compartir los documentos que dijo que el presidente del comité había ido a ver en “esta extraordinaria y peculiar escapada nocturna“.
“No llevas información a la Casa Blanca en lugar de a tu propio comité si pretendes arrojar luz sobre una de las cosas que estamos investigando”, dijo Schiff al diario San Francisco Chronicle, sugiriendo que todo el incidente fue diseñado para proporcionar cobertura política para las reclamaciones de Trump.
“Es difícil tener confianza si el presidente va a estar involucrado en ese tipo de conducta”, dijo.
Nunes no quiso decir quién le había enseñado los documentos, sino que ellos eran “legalmente traídos a mí por fuentes que pensaban que debíamos saberlo”.
El hecho de que Nunes no haya compartido esos documentos con el comité, su decisión de informar al presidente en su lugar y su cancelación abrupta de la audiencia del martes han planteado preguntas sobre si el comité de inteligencia bajo su presidencia puede continuar su investigación sobre la intervención rusa informada en las elecciones de 2016 con toda credibilidad.
“El presidente tiene que tomar una decisión sobre si es un sustituto del presidente, como lo fue durante la campaña y la transición, o si está dirigiendo una investigación bipartidista”, dijo Schiff a The Chronicle, “porque no puede hacer ambas cosas.
“Esta semana, por desgracia, se comportó como un sustituto y eso es un problema real”.
El demócrata de California, sin embargo, descartó un boicot del comité, argumentando que conduciría al colapso completo de la investigación.
“Si tuviéramos que irnos y decir que el presidente está fatalmente comprometido y no vamos a participar, nada de esto va a ser investigado por la Cámara y eso no es aceptable”, dijo Schiff. “Así que vamos a aguantar.”
Una investigación separada del Senado debe celebrar su primera audiencia pública sobre el papel de Rusia en las elecciones del jueves, pero no aparecerán oficiales de servicio.
Schiff dijo que el comportamiento de Nunes agregó peso a las llamadas de demócratas y algunos republicanos para una comisión bipartidista especial que se creará para investigar la supuesta interferencia rusa en las elecciones de 2016 y la posible participación de la campaña de Trump en ella.
