De la pobreza pasamos a la miseria

Ni duda cabe que los últimos gobiernos federales nos han de odiar a los fronterizos. Ya no sentimos lo duro sino lo tupido.

No es nuevo y no es privativo de un solo partido en el poder. PRI y PAN por igual nos han pegado inmisericordemente.

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Homologación del IVA, alzas indiscriminadas a la gasolina, control de dólares, restricción de importación de vehículos usados y una serie de etcéteras nos hacen ver que en el centro del país creen que en la frontera vivimos en el paraíso y que lo que hay que homologar no es el IVA sino la miseria.

Tijuana padece ya, al igual que el centro de la República, serios problemas en materia de marginación. Verdaderos cinturones de miseria que nos igualan a Oaxaca, Guerrero o el Estado de México.

Y no porque creamos ser la excepción. Las relativas facilidades para comprar un auto usado, para pagar una IVA diferenciado y para contar con una zona libre ya extintas, buscaban emparejar el piso al ser considerada esta como una zona de vida cara.

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No es lo mismo un alquiler en el centro del país o un kilo de plátanos, que en la franja fronteriza.

De eso se trataba, pero los señores del poder, los genios de los gabinetes de Enrique Peña Nieto o de Vicente Fox, no alcanzaron a entenderlo.

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Hoy las cifras son aberrantes, y las da un funcionario del gobierno del estado en Tijuana.

La nota asienta lo siguiente:

De acuerdo con estadísticas del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en Baja California existen alrededor de 108 mil personas que viven en pobreza extrema, lo que le ubica en el lugar 28 a nivel nacional, informó Luis Bustamante Mora, subsecretario de Desarrollo Social en el estado.

En entrevista, resaltó que para determinar la pobreza en el estado se debe tomar en cuenta lo que sucede a nivel nacional, ya Baja California es un lugar que recibe miles de connacionales y extranjeros al año y eso genera una población flotante muy alta, por lo tanto los números y estadísticas siempre varían.

Por un lado, dijo, es bueno porque el estado se caracteriza por recibir a migrantes y eso tiene un impacto ya que viene mucha gente trabajadora a buscar una mejor vida, pero también tiene otro impacto en el que, agregó, deben de estar listos para brindarles y cubrirles las necesidades que ellos requieren; mínimas y básicas como vivienda, salud y educación, y eso genera un déficit en la pobreza.

Por lo tanto, detalló, se tiene que mejorar y seguir trabajando, por ello, agregó, en el estado se cuenta con programas de atención para apoyarles, tanto a la gente como a las pequeñas empresas, resaltando que durante este año emprendieron más de un millón de acciones para ayudar a la gente necesitada, lo que equivale a una inversión de más de 230 millones de pesos.