Purgar las células retiradas del cuerpo ha demostrado deshacer los estragos de la vejez en un estudio que plantea la perspectiva de nuevos tratamientos que prolongan la vida.
Cuando los ratones fueron tratados con una sustancia diseñada para barrer las células que han entrado en un estado inactivo debido al daño del ADN su regeneración de la piel, la función renal mejoró y fueron capaces de correr dos veces más lejos que los animales no tratados.
El equipo está evaluando si los ratones también viven más tiempo y están planeando una serie de estudios de seguridad en seres humanos con el objetivo final de probar si deshacerse de las llamadas células senescentes podría ayudar a revertir una serie de trastornos relacionados con la edad.
El descubrimiento se suma a una ola de nuevos hallazgos que sugieren la posibilidad de un futuro en el que los médicos pueden tratar el envejecimiento en sí, en lugar de tratar de combatir a las enfermedades que vienen junto con él.
Tal escenario es ahora apoyado por la ciencia, de acuerdo con Peter de Keizer, el científico de 36 años de edad, que dirigió el último trabajo en Erasmus University Medical Center en los Países Bajos. “Tal vez cuando llegue a los 65 años irá cada cinco años para su disparo anti-senescencia en la clínica. Irás por tu rejuvenecimiento”, dijo. “Que puedo imaginar cuando lleguemos a esa edad.”
A medida que envejecemos, nuestras células acumulan daños en el ADN, que más allá de un cierto umbral no puede ser reparado. En este punto, las células pueden volverse cancerosas, autodestruidas, o entrar en un estado semi-inactivo, llamado senescencia. Inicialmente se pensó que las células senescentes eran espectadores neutrales que ya no hacen una contribución biológica útil pero que son inofensivos.
Sin embargo, hace aproximadamente una década, esta imagen comenzó a cambiar.
“Se encontró que estas células senescentes secretan toda una carga de basura y no son sólo espectadores, pero tienen un efecto negativo”, dijo De Keizer. Él compara las células con la presencia tóxica de un estudiante perturbador en el aula que arrastra el desempeño de sus vecinos.
Hay ahora evidencia creciente del papel de las células senescentes en enfermedades relacionadas con la edad, con concentraciones más altas de las células que se ven en las articulaciones artríticas, las cataratas y las arterias revestidas de placa.
La investigación publicada el año pasado mostró que la eliminación de las células mediante un truco genético ha logrado que un grupo de ratones vivan un 20% más en promedio. El último documento es el primero en demostrar que el envejecimiento no sólo puede ser retrasado mediante la eliminación de las células senescentes, sino que puede revertirse.
En el estudio, publicado en la revista Cell, los científicos usaron un compuesto diseñado para sacar a las células senescentes de su estado de animación suspendida, hacia la muerte celular.
