Las fuerzas iraquíes consolidan posiciones en barrios del oeste de Mosul

Las fuerzas iraquíes desminaban este miércoles los barrios del oeste de Mosul arrebatados en los últimos días al grupo Estado Islámico (EI), antes de retomar su avance hacia el casco viejo de la ciudad.

“Nos hemos centrado en la consolidación de las zonas liberadas y el desminado” de las bombas en algunas casas, explicó el coronel Abdel Amir al Mohamedawi, de las Fuerzas de Intervención Rápida, la unidad de élite del ministerio del Interior.

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En los últimos días, las tropas iraquíes reconquistaron un barrio administrativo en el que se encuentran la sede del gobierno de la provincia de Nínive, el cuartel general de la policía y el museo de Mosul.

Para Al Mohamedawi, la reconquista de esa zona es una etapa muy importante hacia la liberación del casco viejo de esta ciudad del norte de Irak.

“Se han levantado muros y barreras para proteger las fuerzas, que comenzaron operaciones para desalojar a los últimos combatientes del grupo EI en las zonas de Al Dawasa, Al Danadan y Al Agaidat”, indicó el teniente Raed Shakir Jawdat, comandante de la policía federal.

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Bagdad también anunció este miércoles la reconquista de otros dos barrios en el marco de la ofensiva que lanzó el 19 de febrero para retomar el oeste de Mosul, último bastión del grupo EI en Irak, con la ayuda de la coalición internacional dirigida por Estados Unidos.

– Civiles encerrados –

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En los barrios donde se producían los combates, varios habitantes permanecieron días encerrados en sus casas, agotando sus reservas de comida, por temor a que los yihadistas los secuestraran.

“Quienes salían eran secuestrados. Los combates eran muy violentos, varios obuses cayeron sobre nuestro tejado y en el patio”, contó Manhal, un habitante de Al Danadan de 28 años.

Tras el avance de la última semana, las tropas iraquíes miran ahora hacia el casco viejo, un laberinto de callejones densamente poblado, donde la batalla con los yihadistas podría vivir su episodio más violento.

Los combates en el oeste de Mosul provocaron el éxodo de más de 50.000 personas, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

Sin embargo, la mayor parte de los 750.000 habitantes de la zona, donde escasean los alimentos y los medicamentos, permanece todavía en sus hogares, una situación que preocupa a las organizaciones humanitarias.

A finales de enero, las fuerzas iraquíes habían reconquistado la parte oriental de Mosul, la segunda ciudad del país, donde el grupo EI se había instalado en junio de 2014 al cabo de una ofensiva relámpago al norte y al oeste de Bagdad.

Pero desde marzo de 2015, con la liberación de la ciudad de Tikrit, y a lo largo del año 2016, la organización yihadista ha perdido casi todos los territorios conquistados.

Este miércoles, el primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, afirmó que Irak no dudará en golpear a las posiciones del grupo extremista suní en los países vecinos “si amenazan la seguridad” de su país.

– Retroceso en Siria –

El grupo yihadista también está retrocediendo en la vecina Siria.

En el norte de este país, que lleva siete años en guerra, el grupo EI se enfrenta a dos ofensivas: la de las fuerzas del régimen apoyadas por Rusia, y la de una alianza apoyada por Estados Unidos, que se acerca a su bastión de Raqa.

El martes por la noche, las fuerzas del régimen sirio arrebataron al EI la estación de bombeo que suministra agua a la ciudad de Alepo.

Los yihadistas habían inutilizado esa estación tras la conquista de Alepo por el ejército sirio en diciembre, dejando a los habitantes de la ciudad sin agua corriente.

Las fuerzas del régimen reforzaban este miércoles su control sobre esa zona “con intensos bombardeos rusos sobre las posiciones del EI”, indicó Rami Abdel Rahman, el director del Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).