Las legislativas en Holanda, primer barómetro de la extrema derecha en Europa

Las legislativas de marzo en Holanda abren una serie de elecciones en Europa que podrían rediseñar el paisaje político del continente y constituyen un barómetro para la extrema derecha, tras el Brexit y la victoria en Estados Unidos de Donald Trump.

A un mes de las elecciones holandesas del 15 de marzo, el diputado antiislam Geert Wilders sigue siendo el favorito de los sondeos y su Partido por la Libertad (PVV, extrema derecha) podría registrar su mejor resultado desde su creación en 2006.

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Semejante victoria incrementaría sin duda las posibilidades de sus aliados ideológicos en Francia -con una elección presidencial en la primavera boreal- y Alemania, donde hay legislativas en septiembre.

Sin embargo, algunos opinan en Holanda que los sondeos no son fiables, pero otros consideran que muchos electores del PVV, en el seno de los 12,6 millones de electores del país, esconden sus simpatías hacia este partido.

¿”Trump de Holanda”?

Pese a las similitudes capilares con el nuevo presidente estadounidense, Geert Wilders refuta el apodo de ‘Donald Trump de Holanda’.

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Pero no oculta su admiración hacia el nuevo inquilino de la Casa Blanca y exhorta a los diputados a imitarlo, tras la promulgación de un decreto que bloqueó temporalmente la entrada a Estados Unidos de ciudadanos de siete países mayoritariamente musulmanes.

Wilders comparte con Trump su amor por Twitter, y ya tuvo problemas al publicar un fotomontaje de uno de sus adversarios rodeado de islamistas radicales.

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Pero en estas últimas semanas el VVD, del primer ministro liberal Mark Rutte, ha reducido la distancia, con una expectativa de 24 escaños, según el último sondeo, contra 30 para el partido de Wilders.

“El PVV subió tras la elección de Trump, pero el sondeo revela ahora que el 25% de sus electores reaccionaron de manera negativa a las medidas tomadas” por el presidente de Estados Unidos, según el responsable de sondeos Maurice de Hond.

Aunque el PVV surja como el mayor partido del país, no obtendrá sin embargo los 76 escaños necesarios para tener la mayoría absoluta en el Parlamento, integrado por 150 diputados.

Como ocurre en cada elección, los partidos deberán negociar durante semanas, incluso meses, para poder formar una coalición que permita un Gobierno.

“Nadie quiere gobernar con él (Wilders) y él no será capaz de obtener una mayoría”, asegura Geerten Waling, experto en política de la universidad de Leiden. El PVV “será pues un enorme partido de oposición”, añade.

Geert Wilders, en un entrevista el pasado domingo, insistió en el hecho de que su partido no podrá ser ignorado. Si es así, el Gobierno “será inestable” y caerá “en un año”, aseguró.

Con un total de 28 partidos, cada voto cuenta y los pequeños partidos y sus líderes pueden verse propulsados a primera línea y ser determinantes para inclinar la balanza de uno u otro lado.

Entre ellos figura Jesse Klaver, de 30 años. El jefe de filas de los ecologistas le ha dado un nuevo aire de juventud a su partido y los sondeos otorgan a GroenLinks un buen resultado.

Llamado el ‘Justin Trudeau de Holanda’, Klaver pidió recientemente una mayor cooperación entre los partidos de izquierda para evitar un retorno del liberal Rutte al poder.

Su objetivo, muy ambicioso, es también acabar con el “viento de extrema derecha que sopla sobre Europa”, afirmó el año pasado Klaver a la AFP.