Ya había señales alarmantes para la Casa Blanca de un oleaje de descontento entre los moderados que presagia un tormentoso camino en el Senado
Los miembros de la administración Trump llevaron a los canales de televisión el domingo para insistir en que estaban en camino de aprobar un proyecto de ley en el Senado para derogar y reemplazar la ley de salud actual y devolver el poder a los estados para arreglar un sistema de salud enfermo.
Los temores continuaron creciendo en el ala moderada del partido, sin embargo, de que la reforma podría dejar a millones sin cobertura, infligir recortes devastadores a los estadounidenses más pobres y mayores, y costar caro al Partido Republicano en las legislativas de 2018.
Después de que los líderes republicanos empujaran un proyecto de ley revisado a través de la Cámara de Representantes que fue tan apresurado que varios miembros admitieron que ni siquiera lo había leído en su totalidad, una batalla ahora se unirá en el Senado. El partido, que sostiene una mayoría finísima de apenas dos asientos, y con la controversia que rabia alrededor de varios aspectos de la cuenta, Donald Trump hace frente a una lucha cuesta arriba para asegurar la victoria legislativa que desesperadamente anhela.
El presidente usó su megáfono favorito, Twitter, para comenzar el largo proceso de intimidación de los senadores republicanos vacilantes.
Su jefe de gabinete, Reince Priebus, señaló que un ritmo más digno de debate podría ser tolerado en el Senado, en contraste con la precipitación impropia de la Cámara. “Todo el mundo está emocionado y listo para ir a trabajar y tomar el tiempo necesario para mirar el proyecto de ley.”, dijo el domingo en Fox News.
Pero ya había señales alarmantes para la Casa Blanca de una oleada de descontento entre los moderados que presagia un tormentoso paseo en el Senado. Susan Collins, la senadora de Maine que es una experta en salud, prometió enjuiciar eficazmente el proyecto de ley de la de la Cámara y empezar de nuevo.
Haciendo una excavación velada a la velocidad vertiginosa del pasaje por la Cámara, le dijo a ABC esta semana: “El Senado está empezando desde cero. Vamos a redactar nuestro propio proyecto de ley y estoy convencida de que vamos a tomar el tiempo para hacerlo bien. Vamos a llegar a un nuevo enfoque. ”
La perspectiva de un prolongado debate en el Senado, seguido por una nueva pelea interna con los republicanos de la Cámara antes de llegar a un proyecto de ley viable final, llenará a los funcionarios de la Casa Blanca de nerviosismo.
Con información de The Guardian
