XALAPA, Ver. (apro).- Ante la batalla campal que protagonizaron integrantes de las porras de Tigres de la UANL y de los Tiburones Rojos de Veracruz en el estadio Luis Pirata de la Fuente el pasado viernes por la noche, tanto la directiva del conjunto local, como la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del gobierno de Veracruz deslindaron responsabilidades en terceros.
A decir de Fidel Kuri, dueño de los Tiburones Rojos, fue la SSP quien no mandó los 400 elementos para el resguardo del inmueble y sus aficionados.
En contraste, Jaime Téllez Marie, titular de la SSP, aseguró que la cobertura de seguridad no les corresponde a ellos y es Kuri y la directiva quienes tienen que pagar seguridad privada para el resguardo de tales eventos: “No lo cubrimos nosotros”, dijo tajante.
Al término del partido, que ganaron los Tigres por 3-0, barristas de la “Libres y Lokos” procedieron a agredir a familias y a jóvenes simpatizantes del conjunto local que se encontraban a los costados; como reacción, integrantes de las barras “Guardia Roja” e “Impacto Porteño” de los Tiburones Rojos, atravesaron toda la tribuna -sin ninguna valla de seguridad de por medio- para enfrentarse a golpes con los porristas de Nuevo León.
En la reyerta, fotógrafos captaron el uso de picahielos, tubos metálicos, piedras de hielo, palos, entre otros objetos utilizados para la agresión.
La batalla campal en la cabecera sur se prolongó por más de 10 minutos, ante la desesperación del técnico de los Tigres de Nuevo León, Ricardo Ferreti y del delantero felino, el francés, André Pierre Gignac, quienes a gritos y aspavientos pedían que cesara la violencia, incluso, Ferreti empujaba a los cuerpos policiacos exigiendo detener la pelea en las gradas.
“Cuando vayan allá van a ver”, amenazó Ricardo Ferreti a los aficionados de los Tiburones Rojos ubicados en palcos y en preferente.
En un comunicado, la directiva de los Tigres fustigó que en Veracruz no hubo los protocolos de seguridad adecuados, ni para la porra visitante, pero tampoco para los locales.
En Veracruz, la directiva está a la espera del veto que ha de emitir la Federación Mexicana de Futbol (FMF), y el dueño del equipo, Fidel Kuri, ya amagó con llevarse al equipo a otros estados donde sí tenga el apoyo y no esté siendo hostigado como en Boca del Río.
Kuri, exdiputado federal del PRI ha fustigado que hoy con un gobierno panista-perredista ya no recibe apoyo en materia de seguridad para partidos de alto riesgo, además de que en Boca del Río, con una administración panista lo acosan con el pago de impuestos.
A decir del titular de la SSP, Jaime Tellez Marie, el dueño de los Tiburones Rojos se quedó “malacostumbrado” en el gobierno del priista, Javier Duarte de Ochoa en donde recibía todo tipo de apoyos, pese a que su empresa es de carácter privado.
