Incrementos a la gasolina y calles en mala estado son algunos de los problemas que aquejan a los transportistas, principalmente en días de lluvia, cuando transitar por las calles de Tijuana se vuelve casi imposible.
Durante esta temporada de lluvias los accidentes de tránsito aumentan: calles en mal estado y la falta de consciencia vial provocan que la ciudad se convierta rápidamente en un caos ante el mal clima.
Entre los afectados por esta situación están los transportistas ya que el pasaje disminuye, las unidades se dañan y los conductores ponen en riesgo su vida y la de sus pasajeros.
A pesar de que que un gran número de ciudadanos utiliza el transporte público, la suspensión de clases y poca circulación de gente por las fuertes lluvias afecta la economía de los transportistas, quienes comienzan a desesperarse y a buscar otras alternativas.