Logan Lerman y las indignidades de la juventud

A lo largo de sus veinte años de actuación, Logan Lerman ha averiguado cómo lidiar con las indignidades de Hollywood.

“Hay presiones para que nos adaptemos a cierto tren de vida o a lo que otra persona piensa que deberíamos estar haciendo o cómo deberíamos de presentarnos,” afirma. “En mis años de adolescente yo aprendí a hablar por mí mismo.

“No quiero que me conviertan en un producto,” afirmó Lerman. “Quiero ser yo mismo.”

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Ahora, el actor de veinticuatro años de edad trae todo ese conocimiento tan duramente adquirido a “Indignation,” un drama basado en la novela homónima de Philip Roth, publicada en 2008. En cierto modo, él interpreta al mismo Roth, cuyas propias experiencias de juventud inspiraron esta novela de maduración, aunque también entra en juego su propia perspectiva.

“Mi personaje, Marcus Messner, y yo crecimos en hogares judíos religiosos,” explica Lerman, hablando por teléfono desde su casa en Los Ángeles. “Y los dos también cuestionamos la religión en la que nacimos.

“Yo no soy tan inteligente como Marcus,” continúa, “y no albergo tanto resentimiento como él. Esto fue más bien una reflexión de ese periodo histórico.”

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“Indignation,” programada para tener un estreno limitado el 29 de julio, está ambientada a principios de los cincuenta en un colegio conservador en Ohio. Marcus, hijo de un carnicero de Newark, se inscribe en la escuela y trata de asimilarse, lo que implica enamorarse de una hermosa y rubia gentil de nombre Olivia (Sarah Gadon) y enfrentarse al entrometido decano del colegio (Tracy Letts).

“Es una historia de amor, por supuesto,” revela Lerman. “La relación entre Marcus y Olivia es lo que impulsa toda la historia.”

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Interpretar al protagonista en una historia de amor es terreno desconocido para Lerman, más conocido por el papel titular de “Percy Jackson & the Olympians: The Lightning Thief” (2010) y de su segunda parte, “Percy Jackson: Sea of Monsters” (2013). También actuó en “The Perks of Being a Wallflower” (2012), una historia de maduración situada en los años de la escuela secundaria.

En “Indignation,” Lerman llega al colegio y su personaje tiene problemas de adulto.

“Nos habla de un joven que está creciendo en una época en la que tenía que reprimir sus pensamientos y sentimientos a fin de mantenerse a salvo,” revela el actor. “En el fondo está la presencia amenazadora de la guerra de Corea. Marcus tuvo la suerte de poder ir al colegio: ir al colegio significa que no tiene que ir a la guerra.

“Empero, él siente que lo están despojando de su dignidad,” agrega Lerman. “Él se indigna por la forma en que la administración del colegio lo trata a él y a todos los demás estudiantes.”

Para el joven actor, el punto culminante de “Indignation” fue una escena de catorce páginas que tiene él con Letts. Connotado dramaturgo, Letts recibió el Premio Pulitzer de Teatro por “August: Osage County” (2008) y, como actor, ganó un premio Tony por su interpretación de George en una reposición de “Who’s Afraid of Virginia Woolf” (2013).

“Esa escena es una batalla de ingenio,” reflexiona Lerman. “Yo tuve que memorizar los diálogos, entender hasta la última palabra y referencia y lograr que todo aquello me quedara claro. Yo estaba muy emocionado por interpretarlo pero estresado en extremo con el material. Tenía que hacer bien las cosas y hacerle justicia al texto.

“No había sentido un desafío de esta magnitud en mucho tiempo.”

Lerman creció en Beverly Hills, California, y ha pasado gran parte de su vida ante las cámaras. Cuando tenía cuatro años contrató a su primer agente y poco después ya estaba apareciendo en comerciales. Su madre le manejó la carrera en sus primeros años.

“La verdad no sé por qué estaba actuando,” admite. “Creo que demostré interés en la actuación y acabé haciendo pruebas de elenco y ascendiendo por la escala profesional.”

Aunque debutó en el cine a los ocho años, interpretando al hijo más joven del personaje de Mel Gibson en “The Patriot” (2000), Lerman no les da mucho crédito a sus primeros trabajos.

“Yora un artículo de utilería,” señala. “Alguien decía que trajeran al niño, que lo sacaran de la escuela y lo pusieran en la toma.”

De ahí pasaría a interpretar a las versiones jóvenes de los personajes de Gibson en “What Women Want” (2000) y de Ashton Kutcher en “The Butterfly Effect” (2004).

“Para mí, el momento que lo cambió todo ocurrió cuando tenía doce años,” recuerda Lerman. “Fue cuando salieron ‘Eternal Sunshine of the Spotless Mind’ (2004) y ‘The Life Aquatic with Steve Zissou’ (2004). Esas dos fueron las primeras películas que vi en el cine y que en verdad me impactaron.

“Fue entonces cuando me empezó a apasionar la cinematografía,” continúa. “No me interesaba mucho la actuación. Yo estaba más interesado en aprender el proceso. Quería estar más tiempo en el foro para poder aprender acerca de todos los departamentos.”

Al hacer “The Number 23” (2007), el actor de quince años de edad encontró un mentor en Jim Carrey.

“Él interpretó a mi padre y pasé mucho tiempo con él,” señala Lerman. “me abrió los ojos y me enseñó a enfocar el personaje y encontrar las tomas interesantes de una escena. Nunca hay una sola manera de acercarse al material. Fue entonces cuando me enamoré de la actuación.”

Hace una pausa y luego se desdice.

“No es que esté enamorado de la actuación,” aclara. “Para mí no es una experiencia disfrutable. Es muy estresante. Pero me encanta la cinematografía y adoro la responsabilidad que tengo como actor.”

A diferencia de muchos niños actores, que les cuesta trabajo hacer la transición a la edad adulta, Lerman parece tener su vida bajo control.

“Ir a los centros nocturnos … no, no soy de esos,” asegura. “Me tomo muy en serio mi trabajo. Tengo que darme una palmada en la cara y ordenarme que me detenga.”

Desde hace diez años, Lerman se ha esforzado para adquirir sus talentos. Se brincó el colegio para poder aceptar papeles en “3:10 to Yuma” (2007), “My One and Only” (2009) y luego en la franquicia de Percy Jackson, la que lo llevó a la fama internacional.

“Me encantaron esas películas de Percy Jackson,” afirma Lerman. “Me exigieron mucho en la cuestión física, con todas esas acrobacias, pero me divertí muchísimo haciéndolas. Si llegara la tercera, por supuesto que la haría, aunque me sorprendería que quisieran hacer otra pues ha pasado mucho tiempo.”

Interpretar a ese héroe de fantasía impulsó la rentabilidad de Lerman.

“Sin esas películas, yo no habría tenido el valor para justificar el financiamiento de ‘Indignation’ o de mi próxima película, ‘Sidney Hall,’” precisa.

También lo ayudó su papel en “Fury” (2014) de David Ayer, en la que actuó al lado de Brad Pitt. Lerman interpretó a un soldado de la segunda guerra mundial que se desempeñaba como oficinista, pero que después fue enviado a combate para reemplazar a un miembro de la tripulación de un tanque Sherman.

“Yo me entregué a esa película de una forma que nunca antes había hecho,” refiere el joven actor, “y aprendí muchísimo. Había cinco personas en ese tanque y durante un año nosotros dimos el cien por ciento de nuestra vida a ese mundo y a la historia que David Ayer estaba tratando de narrar.”

Habiendo logrado pasar a papeles de adulto y a dramas sustanciales, la próxima jugada de Lerman es perfeccionar sus conocimientos de producción. Él se desempeñó como productor ejecutivo en “Indignation” y piensa ampliar su alcance en esa área.

“Como actor, yo soy solo un matiz de color que el director puede manipular,” explica. “Como productor, participo en la toma de decisiones importantes. Me siento más cómodo desafiando al director y sosteniendo debates creativos.”

Lerman continúa sus actividades de productor en el próximo drama “Sidney Hall,” en el que también actúa.

“Es acerca de tres periodos en la vida de un tipo que escribe un libro muy exitoso a una edad muy joven y que después desaparece,” explica. “Luego descubrimos qué sucedió y por qué desapareció.”

Por ahora, el joven actor anda en busca de buenas historias que contar.

“Los jóvenes pueden sentirse presionados a realizar un proyecto basándose en el valor internacional o en los números, más que en las palabras de la página,” afirma Lerman. “Yo soy alguien que quiere hacer películas audaces y plantearse retos. Quiero separarme de los demás actores jóvenes.”

(Nancy Mills es un escritor independiente basado en Manhattan Beach, California.)

Nancy Mills
© 2016 Nancy Mills