Los conservadores polacos pretenden desactivar la crisis sin ceder en lo esencial

El presidente polaco, Andrzej Duda, intentó este lunes devolver la calma a la escena política mientras los diputados de la oposición, que ocupan desde el viernes el hemiciclo, protestan contra las restricciones impuestas a la prensa parlamentaria y el voto “ilegal” del presupuesto.
El domingo, una manifestación organizada por el Comité de Defensa de la Democracia (KOD), en apoyo a los diputados de la oposición encerrados en el Parlamento, reunió a varios miles de personas frente al edificio hasta bien entrada la noche. Una manifestación menos numerosa de partidarios del Gobierno tuvo lugar frente al palacio presidencial.
Duda, que lanzó un llamamiento a la calma y propuso su mediación en la crisis política general que enfrenta al partido conservador Derecho y Justicia (PiS), en el poder, y a la oposición centrista y liberal, debía reunirse a primera hora de la tarde con el presidente de su partido, Jaroslaw Kaczynski.
Jaroslaw Kaczynski es considerado como el hombre más influyente del país y bestia negra de la oposición.
En Cracovia, los manifestantes se tendieron en el suelo para bloquear su vehículo cuando trataba de desplazarse para visitar la tumba de su hermano, el expresidente Lech Kaczynski, muerto en la catástrofe aérea de Smolensk en 2010.
Según las declaraciones de Kaczynski, que debía ser acompañado por el presidente de la Cámara Baja, Marek Kuchcinski, el PiS estaría listo para recibir el nuevo reglamento sobre la libertad de trabajo de los medios en el Parlamento.
Sin embargo, entre medias, el conflicto se ha extendido a otra cuestión: mientras los diputados de la oposición ocupaban el viernes la tribuna del hemiciclo para defender a los periodistas, el presidente de la Cámara Baja hizo votar por el PiS en otra sala sin máquinas de voto electrónico el presupuesto anual del Estado para 2017.