La ganadora del premio Nobel Malala Yousafzai condenó a China por el trato que recibió su compañero Liu Xiaobo tras su muerte por cáncer de hígado bajo custodia la semana pasada. Liu fue encarcelado por 11 años en 2009 por “incitar a la subversión del poder estatal” después de que ayudara a escribir una petición conocida como “Carta 08” pidiendo reformas políticas amplias en China.
Su encarcelamiento significó que no pudo recibir su Premio Nobel en 2010, y se convirtió en el segundo ganador en morir bajo custodia estatal, siendo el primero Carl von Ossietzky en Alemania en 1938. La esposa de Liu, Liu Xia, sigue bajo arresto domiciliario efectivo .
“Yo condeno a cualquier gobierno que niegue la libertad de la gente”, dijo Yousafzai, la activista de educación paquistaní que llegó a la prominencia cuando un talibán le disparó en la cabeza en 2012.
En declaraciones a Reuters en una escuela de Maiduguri, Nigeria, el joven de 20 años dijo: “Espero que la gente aprenda de lo que hizo y se unan y luchen por la libertad, luchen por los derechos de las personas y luchen por la igualdad”. Yousafzai estuvo en Nigeria para sensibilizar sobre los problemas de educación en el país más poblado de África, donde más de 10,5 millones de niños no asisten a la escuela, más que en ninguna otra parte del mundo.
La cuestión se siente más severamente en el norte, principalmente musulmán. El sur ha visto durante décadas más inversiones y tiene un sistema de escuelas iniciadas por pastores cristianos afiliados a colonos británicos.
Nigeria tiene que “aumentar el gasto en educación y necesita hacerla pública, la tasa de gasto planeada y cuánto están gastando”, dijo Yousafzai. Desde su primer viaje a Nigeria hace tres años, la proporción del presupuesto asignado a la educación ha caído de más del 10% a alrededor del 6%, dijo.
La insurgencia islamista de ocho años de Boko Haram, cuyo nombre significa más o menos “la educación occidental está prohibida”, ha agravado los problemas en el norte. Los militantes han destruido cientos de escuelas y han desarraigado a millones de personas, obligándolos a ingresar en campos de refugiados, que a menudo carecen de las necesidades más básicas, y mucho menos de una escolaridad decente.
El lunes, Malala pidió a la presidenta en funciones de Nigeria, Yemi Osinbajo, que llame al estado de emergencia para la educación en el país. “Nigeria en el norte ha estado sufriendo a través de conflictos y extremismo”, dijo. “Por lo tanto, es importante en ese sentido, además, que prioricen la educación para proteger el futuro”.
Con información de The Guardian
