El mar del sur de China: Explicación de la disputa

(El intérprete)

WASHINGTON _ Después de que un tribunal internacional en La Haya, Holanda, dictaminó enfáticamente contra China en una disputa territorial con Filipinas, muchos medios noticiosos estatales chinos respondieron el miércoles publicando un mapa. Mostraba el Mar de China Meridional, con la mayor parte del agua encerrada en un círculo con la “línea de los nueve puntos” que ha representado desde hace tiempo sus reclamaciones ahí.

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El fallo de esta semana quizá haya sido un triunfo de gran magnitud en el tribunal para Filipinas, que argumentó que su territorio marítimo estaba siendo ilegalmente confiscado por China. Pero solo ha intensificado la disputa más grande, que involucra a varias naciones asiáticas así como a Estados Unidos, y que trata tanto del ascenso de China como una importante potencia mundial como de este mar.

Lo que sigue es una explicación de porqué este cuerpo de agua es considerado tan importante, y porqué pudiera ser un augurio de la política del poder mundial en las próximas décadas.

1. ¿De qué trata la disputa?

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A su nivel más básico, esta es una contienda entre China y varias naciones del sureste asiático sobre el control territorial en el Mar de China Meridional, que incluye parte del territorio marítimo estratégicamente más importante en el planeta.

China, durante los últimos años, ha estado tomando un control cada vez mayor sobre aguas remotas que anteriormente eran consideradas internacionales o eran reclamadas por otros países. Por ejemplo, se ha apoderado de pequeñas formaciones terrestres o arrecifes, en ocasiones dragando sedimento subterráneo para hacer que las islas sean lo suficientemente grandes para sostener pequeñas instalaciones militares.

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La fuerza naval de China también se ha vuelto más agresiva en el patrullaje de estos territorios reclamados y en la persecución de barcos no chinos. Eso es parte de la razón de que sus vecinos lo vean como un esfuerzo por parte de China para dominar la región.

Esto también gira en torno de si China cumplirá con las leyes y normas internacionales, a las cuales Pekín en ocasiones ve como una conspiración para restringir el ascenso del país.

Estados Unidos se ha involucrado, enviando a la Armada a patrullar las aguas que insiste son internacionales y respaldando los esfuerzos de mediación internacional. Washington dice que quiere mantener el libre tránsito y el régimen del derecho internacional. El riesgo de un conflicto abierto es extremadamente bajo, pero la militarización de estas aguas tan transitadas y donde se pesca abundantemente sigue siendo peligrosa.

2. ¿Qué significa el fallo de esta semana?

El tribunal dictaminó casi categóricamente a favor de Filipinas, que había desafiado algunas de las reclamaciones territoriales de China. También indicó que China había violado la ley internacional al poner en peligro a barcos filipinos y dañar el ambiente marino.

Quizá lo más importante es que el tribunal rechazó en gran medida la línea de los nueve puntos que China ha usado para indicar sus reclamaciones en el Mar de China Meridional. Esto pudiera abrir el camino para que otros Estados asiáticos refuten las reclamaciones de China.

Así que el fallo del tribunal internacional parece decir que China pudiera verse obligada a abandonar muchas de sus reclamaciones sobre el Mar de China Meridional.

Pero, aun cuando el dictamen es considerado coercitivo, no hay un mecanismo de aplicación. China boicoteó los procedimientos, diciendo que el tribunal no tenía jurisdicción y que ignoraría cualquier decisión; una posición que reiteró después de que se dio a conocer el fallo.

Sin embargo, China enfrenta la presión internacional. Sin embargo, si China elige desafiar o ceder a esa presión, eso pudiera ayudar a dar forma a su lugar en la comunidad internacional.

3. ¿Qué es la “línea de los nueve puntos”?

Esta pequeña línea ha aparecido en los mapas chinos oficiales desde los años 40 (empezó con 11 puntos). Demarca una enorme pero vaga extensión del océano desde la costa del sur de China a través de la mayor parte del Mar de China Meridional.

Para China, la línea representa reclamaciones históricas hace tiempo perdidas que el país, después de dos siglos de debilidad, finalmente es lo suficientemente fuerte para recuperar. Para las otras naciones, la línea es un símbolo de lo que describen como una descarada apropiación del poder por parte de China.

4. ¿Por qué es tan importante el Mar de China Meridional?

La Agencia de Información Energética de Estados Unidos estima que hay 11,000 millones de barriles de petróleo y 5.4 billones de metros cúbicos de gas natural en depósitos bajo el agua; más de lo que existe en las reservas de algunos de los exportadores de energía más grandes del mundo.

Las aguas también contienen bancos de pesca lucrativos que representan, según algunas estimaciones, 10 por ciento del total mundial. Pero esto significa que muchos de los barcos pesqueros están navegando por aguas disputadas por varias armadas diferentes, lo que incrementa el riesgo de conflicto.

El mayor valor del área es como ruta comercial. Según un informe de 2015 del Departamento de Defensa de Estados Unidos, por el mar se mueven productos con valor de 5.3 billones de dólares cada año, lo cual es alrededor de 30 por ciento del comercio marítimo mundial. Eso incluye enormes cantidades de petróleo y un comercio anual con valor de 1.2 billones de dólares con Estados Unidos.

5. ¿Por qué importa quién controle esas rutas comerciales?

Esto aborda una contradicción básica en la disputa del Mar de China Meridional: es impulsada por la competencia territorial, sin embargo, todos los países involucrados quieren rutas marítimas abiertas. Todos se benefician del libre flujo de productos entre Asia y el resto del mundo, y todos sufren si se interrumpe.

Esto es parte de la razón por la cual Estados Unidos insiste en la libertad de tránsito en aguas internacionales. Aunque es muy poco probable que China quiera alguna vez interrumpir el comercio, Estados Unidos aún preferiría no permitir que Pekín tenga siquiera la capacidad de tener en rehén a la economía mundial.

Pero, desde la perspectiva de China, el propio Estados Unidos tiene esa capacidad, debido al dominio naval estadounidense; los chinos también sospechan que el status quo mundial está ideado para servir primero a los intereses occidentales. Así que difícilmente sorprende que China esté buscando un mayor control sobre las vías navegables de que depende para la supervivencia económica.

Esta es una dinámica que ha permeado las relaciones sino-estadounidenses durante el ascenso de China en las últimas dos décadas. En teoría, ambas naciones comprenden que están mejor cuando cooperan. Pero, en la práctica, a menudo se tratan entre sí como competidores o amenazas potenciales; un ciclo que es difícil romper.

6. Entonces, ¿esto gira en torno al ascenso de China?

En cierta forma, sí.

China se ve como una potencia creciente que tiene derecho a promover sus intereses en su propio patio trasero, al igual que las potencias occidentales han hecho durante siglos. Pekín considera al Mar de China Meridional como un área de influencia china tradicional, y ve su control como una forma de reivindicar un mayor poder sobre la región.

Algo que los estadounidenses a menudo pasan por alto es que, para China, esto es en parte defensivo. La historia del imperialismo occidental se cierne ominosamente. Los líderes chinos a menudo desconfían de las intenciones de Estados Unidos, y consideran que su país es la parte mucho más débil. Extender el control chino es una forma de prevenir amenazas percibidas.

Esta inseguridad también contribuye al escepticismo chino ante las instituciones internacionales como el tribunal que dictaminó sobre el Mar de China Meridional, al cual medios estatales chinos retratan como una conspiración para debilitar a China.

7. ¿Por qué Estados Unidos está tan involucrado en esto?

Estados Unidos tiene una obligación por tratado con Filipinas, un aliado. Como la economía más grande del mundo, también tiene interés real en mantener abiertas las vías marítimas; y, como la mayor potencia naval del mundo, a menudo asume el papel de vigilarlas. Además, como la única superpotencia del mundo, Estados Unidos a menudo actúa como un balanceador en las disputas regionales.

Pero, para Washington, esto también gira en torno de dar forma al tipo de potencia importante en que China se convertirá.

Funcionarios estadounidenses insisten en que no se oponen al ascenso de China. Su preocupación es si China trabajará dentro de lo que los expertos llaman el orden liberal _ el sistema de posguerra de leyes e instituciones internacionales _ o buscará anularlo.

El Mar de China Meridional, y particularmente el fallo de esta semana, son un caso de prueba para ver si China se convierte en el tipo de potencia que trabaja dentro de ese sistema, o contra él.

Max Fisher
© 2016 New York Times News Service