México es un Estado democrático, defiende Slim ante Círculo de Montevideo

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Carlos Slim Helú está satisfecho con la democracia mexicana. El magnate mexicano y cuarto hombre más adinerado del mundo en el 2016, según la revista Forbes, aseveró que “excepto algunos incidentes (…) México es un Estado democrático”.

Sus argumentos: hay diversidad de partidos políticos — incluyendo algunos candidatos independientes– y el voto se lleva a cabo de manera “abierta y transparente”.

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Cuestionado sobre si los empresarios tienen una responsabilidad en el descontento de los mexicanos respecto a la democracia, Slim –cuya fortuna equivale a alrededor de 5% del PIB de México, según Oxfam–, aseveró que “somos administradores temporales de la riqueza”, cuyo papel consiste en “administrarla con responsabilidad”.

Los empresarios “no elevamos pirámides cuando morimos”, añadió Slim desde el majestuoso auditorio del Museo Soumaya, que la fundación a su nombre erigió en la Plaza Carso de Nuevo Polanco. El multimillonario aseveró que “la pobreza se puede combatir con capital humano con salud, nutrición; pero al final, el mejor programa social es el empleo”.

Junto a Julio María Sanguinetti, Felipe González, Belisario Betancur y Leonel Fernández Reyna, expresidentes de Uruguay, España, Colombia y República Dominica, respectivamente, entre otros, Carlos Slim protagonizó hoy una conferencia sobre las conclusiones de la XXII reunión plenaria de la Fundación Círculo de Montevideo, organismo de corte neoliberal fundado hace 20 años para repensar la sociedad en América Latina.

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Al cerrar el evento, Sanguinetti elogió el dueño de Grupo Carso, América Móvil y Grupo Inbursa: “Este señor”, dijo el uruguayo, señalando a Slim con el dedo, “es responsable de 350 mil empleos directos y más de un millón de personas dependen de él”.

Los aplausos tronaron. “Es la síntesis definitiva de la democracia y la economía de mercado”, abundó, provocando una nueva ovación.

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Con Trump “colapsaría” la economía

Durante hora y media, Carlos Slim y sus huéspedes charlaron sobre distintos temas con un tono relajado. Muchas de las preguntas se concentraron sobre las elecciones presidenciales que se llevarán a cabo el próximo 8 de noviembre en Estados Unidos y el posible –aunque poco probable– triunfo de Donald Trump, el candidato del Partido Republicano.

Una de estas preguntas provocó cierta molestia en el evento: “¿En caso de que fueran jefes de gobierno todavía, invitarían a Donald Trump a su país, como lo hizo Enrique Peña Nieto el pasado 31 de agosto?” De inmediato, el moderador trató de desviar las respuestas y terminar con el tema de Trump.

Los participantes a la plática denunciaron no sólo la xenofobia y la misoginia del magnate inmobiliario estadunidense, sino también sus ambiciones proteccionistas. De acuerdo con Slim, si Trump incrementa los aranceles como lo promete, la inflación se disparará 35% y la economía estadunidense “se colapsaría”.

El expresidente dominicano agregó: “Si Trump plantea la revisión del Tratado de Libre de Comercio de América del Norte (TLCAN), que México se ponga a revisar el tratado Guadalupe Hidalgo”. Se refirió al documento firmado el 2 de febrero de 1848 mediante el cual Estados Unidos se apoderó de más de la mitad del territorio mexicano. La declaración desató risas en el público.

Fernández Reyna estimó que Trump cristaliza “la paranoia de la política en Estados Unidos”, pues afirmó que muchos de los estadunidenses blancos y protestantes (WASP, por sus siglas en inglés) nunca toleraron a Barack Obama como presidente por ser afroamericano.

“La carga es más terrible aún para los propios estadunidenses”, dijo Felipe González, expresidente de España, al estimar que, si bien Trump tiene escasas probabilidades de triunfar, “él ya ganó porque fracturó el consenso” en Estados Unidos e impuso su agenda en el debate nacional.

El español recordó que en varias partes del mundo ganan fuerza elementos peligrosos para la democracia: en la Unión Europea crece la adhesión a los partidos de ultraderecha –citó el caso de la “fascista” francesa Marine Le Pen–, mientras los “machos Alpha” Vladimir Putin y Recep Tayip Erdogán dirigen Rusia y Turquía. “La democracia liberal tendrá que combatir estos fenómenos”, sostuvo.

Varios de los participantes compararon a Trump con Nicolás Maduro, el sucesor de Hugo Chávez en la Presidencia de Venezuela, pues a ambos los tacharon de “populistas” y “autoritarios”.