Los funcionarios de inteligencia de Estados Unidos tenían serias preocupaciones sobre el nombramiento de Michael Flynn como asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca debido a su historia de contactos con Moscú y su encuentro con una mujer con conexiones con la agencia rusa de espionaje,
Oficiales de inteligencia estadounidenses y británicos discutieron el comportamiento “preocupante” de Flynn mucho antes de su nombramiento el año pasado por Donald Trump, dijeron fuentes múltiples.
Manifestaron su preocupación por los lazos de Flynn con Rusia y su obsesión con Irán. También estaban ansiosos por su capacidad de “pensamiento lineal” y algunas acciones que se consideraban muy inusuales para un general de tres estrellas.
Flynn se vio obligado a renunciar en febrero, después de 24 días en el trabajo. Renunció cuando surgió a la luz que éste había mentido al vicepresidente, Mike Pence. Flynn dijo que no había discutido la posibilidad de levantar las sanciones estadounidenses contra Rusia con Sergei Kislyak, embajador de Moscú en Estados Unidos, pero más tarde admitió que esto era falso.
El jueves, Flynn indicó que estaba dispuesto a testificar ante el FBI y los comités del Congreso sobre posibles vínculos entre la campaña Trump y Rusia a cambio de inmunidad. En un comunicado emitido por su abogado, Flynn dijo que tenía una historia que contar, pero que estaba buscando “garantías contra la acusación injusta”.
El comité de supervisión de la casa está examinando las actividades del general antes de unirse a la Casa Blanca de Trump. Es probable que se centre en los contactos de Flynn con los ciudadanos extranjeros y también se verá las tasas que puede haber recibido de gobiernos extranjeros, incluyendo Rusia, Turquía, y entidades vinculadas.
A principios de este mes, Comey confirmó que su agencia estaba investigando posibles connivencias entre Trump y Rusia para influir en el resultado de las elecciones estadounidenses.
