Uno de los presuntos miembros de la célula terrorista que provocó la carnicería en el noreste de España, matando a 15 personas e hiriendo a más de 130, ha dicho a un juez que la célula había planeado ataques a una escala mucho mayor.
Mohamed Houli hizo la admisión después de ser llevado ante un juez de Madrid, informaron medios españoles, citando a funcionarios de la corte.
Se dice que Houli, de 21 años, confirmó que los miembros de la célula habían estado planeando ataques a gran escala antes de que una explosión demoliera la casa donde se habían quedado varios, matando a dos de los conspiradores.
Llegó a la Audiencia Nacional en pijama de hospital, con el brazo derecho vendado y su rostro soportando algunas de las heridas que se dice que sufrieron en la explosión de la semana pasada.
Fue el primero de cuatro sospechosos en ser interrogado por el juez Fernando Andreu, quien decidirá si deben ser puestos en prisión mientras la policía prepara cargos.
Un ciudadano español de Melilla, uno de los enclaves norteafricanos del país, Houli fue detenido en el hospital después de que la policía se diera cuenta de que la casa de Alcanar, en el sur de Cataluña, se había convertido en una fábrica de bombas.
Los fiscales recomendaron que se le denegara la fianza después de haber sido interrogado durante una hora, dijeron funcionarios de la corte.
Los otros tres hombres que comparecieron en el tribunal fueron arrestados en Ripoll, 145 kilómetros al norte de Alcanar, que fue el hogar de los seis miembros de la célula terrorista que fueron disparados por la policía.
Dos han sido nombrados por los medios españoles como Mohamed Aallaa, de 27 años, cuyo coche Audi azul fue conducido por cinco miembros del grupo en un número de peatones en Cambrils, una ciudad costera al sur de Barcelona, y Salh El Karib, un hombre de negocios nacido en Marruecos En sus treintas.
El cuarto hombre que aparece en la corte ha sido nombrado por la policía como Driss Oukabir, de 27 años, cuyo hermano Moussa, de 17 años, fue uno de los cinco hombres muertos a tiros después del ataque en Cambrils.
Con información de The Guardian
