Miles huyen de Alepo mientras las fuerzas de Asad ganan terreno

BEIRUT — El fuerte ataque por tierra y los bombardeos aéreos al este de Alepo han obligado a cerca de 16.000 personas a huir para salvar su vida en los últimos días, de acuerdo con el secretario general adjunto para asuntos humanitarios de las Naciones Unidas , Stephen O’Brien.

“Los bandos en conflicto han mostrado una y otra vez que están dispuestos a tomar cualquier acción para asegurar su ventaja militar, incluso si eso significa asesinar, mutilar o matar de hambre a los civiles en el proceso”, advirtió O’Brien el martes pasado, y calificó el sitio de la ciudad como “una situación escalofriante y profundamente alarmante”.

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La semana pasada, fuerzas leales al presidente Bashar Al Asad tomaron aproximadamente un tercio del territorio en Alepo que había estado en manos de los rebeldes. Los aviones dejaron caer volantes sobre las zonas rebeldes en la parte este de la ciudad. “Si no sales de estas zonas pronto serás aniquilado”, advertían panfletos. “Sálvense, saben que todos los han dejado solos para enfrentar su destino, sin ofrecerles ayuda”.

Hisham al Skeif, miembro de un consejo de rebeldes y civiles en el este de Alepo, dijo por teléfono que varios aviones de guerra habían sobrevolado la zona y dejaron caer constantemente bombas de barril, mientras una delegación de activistas civiles exploraba la idea de usar las llamadas rutas seguras para dejar la ciudad, sin embargo, muchos no confiaban que fuera posible escapar y conservar la vida.

“Los civiles tienen la opción de irse o quedarse, pero los que no confiamos en el régimen no tenemos alternativa”, dijo entre lágrimas y añadió que no quería dejar su hogar. “No puedo darle la espalda a mi ciudad”.

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Cerca de 10.000 civiles han escapado del este, tomado por los rebeldes, hacia el oeste de Alepo, controlado por el gobierno, dijo Jens Laerke, vocero de la oficina de la Coordinación de Alivio en Emergencias de la ONU, ante reporteros en Ginebra. Otros 4000 a 6000 han logrado escapar al vecindario Sheikh Maqsoue, controlado por los kurdos, y al extremo norte de la ciudad, añadió.

Bassem Ayoub, un activista del este de Alepo, dijo que incluso los simpatizantes de los rebeldes estaban al borde de la desesperanza.

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“Estoy listo para aceptar los términos del régimen, sean los que sean, con tal de terminar con la matanza”, afirmó. “Cientos de personas están muriendo. Todos están listos para irse. Paren la matanza”.