Más de un millón de aves playeras albergan la costa noroeste de México

Ensenada -Las aves playeras constituyen un indicador ambiental de los humedales costeros de importancia ecológica; pese a ello, se conoce poco sobre su trascendencia e impacto en el entorno y, de forma paralela, por actividades antropogénicas existe una pérdida y alteración del hábitat.

La costa noroeste de México es una de las regiones de invernada más importantes para ellas dentro del Corredor Migratorio del Pacifico. En la zona oeste de la península de Baja California y en el Golfo de California se pueden observar alrededor de 30 especies y más de un millón de individuos cada invierno, lo que equivale a casi 50 por ciento de la población de aves playeras migratorias que utilizan esa ruta en el Hemisferio Norte.

- Publicidad-

El hecho de que utilicen los humedales costeros significa que hay gran variedad de recursos y su abundancia es indicador de la calidad del ecosistema. “Es un reflejo de que las lagunas son importantes y productivas”, remarcó Guillermo Juan Fernández Aceves, titular del Laboratorio de Ecología de Aves (LEA) del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICMyL) de la UNAM Unidad Mazatlán.

La preservación de sus poblaciones depende de la capacidad de entender los patrones de uso del hábitat durante la temporada no reproductiva, lo que incluye zonas modificadas por actividades humanas, que pueden funcionar como sitios alternativos de forrajeo; ello podría contribuir a aminorar los efectos por la pérdida de humedales naturales, necesarios para su subsistencia.

El especialista en conservación y manejo de aves costeras del país precisó que lo interesante de este grupo migratorio es que México es un punto estratégico durante la época no reproductiva (en su ciclo de vida pasan cuatro meses en zonas de reproducción y el resto en las no reproductivas).

- Publicidad -

Mantener los humedales representa diversos beneficios directos, pues tienen una productividad elevada y sustentan diversos recursos biológicos y económicos, e indirectos, porque prestan servicios ecológicos fundamentales y son reguladores de los regímenes hídricos de las lagunas costeras, agregó el biólogo marino.

Fernández Aceves acotó que al estudiar y entender estos factores se reconoce uno de los valores ambientales que tienen estas aves. “Nosotros, como instituto, generamos conocimiento para que se transmita a instancias gubernamentales u organizaciones no gubernamentales y se apliquen acciones o medidas de conservación”.

- Publicidad -

Las líneas de investigación del LEA se enfocan principalmente a entender cómo los individuos se distribuyen de la manera que lo hacen, tanto a escala local como regional. “Se tiene especial interés en las causas y consecuencias de la variación en la distribución y patrones de uso del hábitat, y en entender cómo cambios recientes en el paisaje pueden influir en el movimiento y viabilidad de las poblaciones”.

Muchas de estas especies migratorias son utilizadas para detectar sitios prioritarios, como humedales de importancia internacional que sirven de entorno de aves acuáticas, contemplados en el Convenio de Ramsar, cuyo principal objetivo es la conservación y uso racional de esos sitios mediante acciones locales, regionales y nacionales, concluyó el especialista en ecología y dinámica de poblaciones.