El matrimonio formado por Joshua Marbury y Alice Quinney, residentes de Oregon (EU), se llevó una gran sorpresa e indignación el pasado mes de marzo, al momento de regresar de una cena y descubrir que su bebé presentaba la mitad de la cabeza morada e hinchada, mientras que el niñero que lo cuidaba se encontraba dormida en el sillón.
Los padres del infante acudieron inmediatamente a la policía para presentar cargos contra el encargado. Señalaron que el niñero confesó el abuso y “aún así no fue arrestado”.
Han pasado al rededor de 2 meses desde el incidente mientras los cargos presentados se había retirado gracias al fallo de la corte local ya que, según estos, la denuncia no procede porque el bebé “no puede confirmar verbalmente si fue agredido”.
Al parecer la ley local del estado de Oregon requiere que un fiscal que pruebe sin lugar a duda que hubo grave dolor y daños físicos severos hacia el niño, y mientras no haya testigos del acto o el infante sea incapaz de declarar que sufrió dolor, no procede la demanda.
La pareja en su frustración publicó fotografías del daño que su hijo recibió para llamar la atención al caso en las redes sociales.
Hasta ahora su denuncia ha sido compartida más de 400 mil veces.
Con información de abc7.com
