“Nos hemos convertido en corresponsales de guerra en nuestro propio país”: José Gil

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Los periodistas mexicanos “nos hemos convertido en corresponsales de guerra en nuestro propio país”, aseguró en Barcelona, España, José Gil Olmos, reportero de la revista Proceso.
Y soltó: “Yo digo que en México nadie va a venir a rescatarnos, no hay un caudillo (…) La esperanza la construimos nosotros mismos”.
Además, subrayó, “no es ninguna falacia decir que en México hay un narcoestado, y el caso más claro es el de Ayotzinapa (Guerrero), que fue un crimen de Estado”.
Sobre ese tema, precisó que el Ejército se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo, lo mismo que las policías Federal, Estatal y Municipal, “o sea, todas las autoridades en México se dieron cuenta la noche del 26 y el 27 de septiembre de esta desaparición de 43 estudiantes de la Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa, y sin embargo se los entregaron al crimen organizado y no sabemos donde están ellos”.
Gil, uno de los invitados de honor de la iniciativa Taule Per Mèxic (Tabla por México), con la que se ofrecerá asistencia a periodistas en riesgo en Barcelona, destacó que el “narcoestado” en México está generando una “guerra no convencional”, y los periodistas que se encargan de cubrir en zonas de conflicto viven el estrés postraumático no de un corresponsal de guerra, si no de un combatiente.
“Hay un grupo, y es un grupo importante, que estamos haciendo esta cobertura de lo que podemos denominar un conflicto armado, pero que nosotros también hemos denominado una guerra no convencional en el estricto sentido de la palabra, porque hay por lo menos unos 200 mil muertos en la última década, hay oficialmente 26 mil desaparecidos, 350 mil familias que han sido desplazadas por la violencia desde su lugar de origen, hay territorios controlados por el… antes le decíamos narcotráfico, ahora decimos crimen organizado, y lo eufemístico de esto es que ellos sí se han organizado y nosotros no nos hemos organizado como para hacerles frente. Ellos sí se han organizado, de tal manera que los tenemos controlando y siendo cogobierno”, sostuvo.
Agregó: “De alguna manera nos hemos convertido en corresponsales de guerra en nuestro propio país. Y comentó que a diferencia de otras coberturas, en México, en zonas de conflicto, los reporteros no se identifican, es decir, “se entrevista a la gente de una forma casi clandestina”.
Según el periodista de Proceso, lo que viven los profesionales de la comunicación es inédito y “ningún manual nos ha servido en México para protegernos”.
“En nuestro gremio del periodismo mexicano no habíamos tenido tantos registros de violencia: a la fecha tenemos 120 reporteros muertos desde 2006”, además de varias decenas de desplazados solicitando ya asilo político.
“De 2009 a 2015 se han registrado 2 mil 905 ataques a la prensa, de esos, el 49% ha sido no del crimen organizado, sino de sus cómplices de las autoridades”, denunció.
Y eso sucede en estados como Michoacán, Guerrero, Veracruz, “y otros más donde vemos la fusión en un solo cuerpo de autoridades y crimen organizado. Ya son los mismos, entonces estas cifras que yo les doy se explican por qué son las autoridades las que están deteniendo más a los reporteros en México, porque son ellos mismos, es parte del crimen organizado”, apuntó.