Nuevos y legales barones de la droga en Colombia: concentrados en mariguana médica

© 2016 New York Times News Service

RIONEGRO, Colombia – Al igual que muchos barones de la droga en Colombia, Federico Cock-Correa quiere vender su producto mundialmente. Apenas a 24 kilómetros de Medellín, Cock-Correa está buscando reemplazar vastas hectáreas de flores con plantas de mariguana, con planes de exportación para la cosecha.

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Pero, a diferencia del brutal tráfico de heroína y cocaína que floreció alguna vez en la cercanía, su operación tiene el sello de aprobación del gobierno.

El año pasado, el Presidente Juan Manuel Santos encabezó una reorganización de las leyes antidrogas de Colombia, que se remontan 30 años, las cuales legalizaron formalmente la mariguana médica para uso doméstico.

De manera crucial, la nueva ley también permitió el cultivo comercial, procesamiento y exportación de productos de marihuana médica – como aceites y cremas – aunque no la flor, la parte de la planta normalmente enrollada en un churro.

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Oficiales prevén que esta acción haga mella en el negocio del narcotráfico en Colombia al crear una oportunidad legal en una industria controlada históricamente por el mercado negro. Las autoridades creen que la nueva ley también contribuirá a atraer inversión y darle impulso a la economía, aunque se necesitarán varios años antes de que se vean claramente los rendimientos sobre las inversiones.

“Es salud; es ciencia; es la oportunidad de redimir el nombre del país”, dijo Cock-Correa, quien encabeza el brazo colombiano de PharmaCielo, empresa en busca de capitalizar las nuevas reglas. “Es un cambio, respecto de producir la planta que mata a producir la planta que cura”.

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Negocios en Colombia como PharmaCielo creen que pueden establecer un asidero en la industria de drogas, justamente como sus homólogos ilegales hicieron en años pasados. En Estados Unidos, la industria de la mariguana sigue empantanada en choques entre regulaciones locales y federales. Si bien algunos estados han legalizado la droga en años recientes, el gobierno federal prohíbe actualmente la importación de cualquier producto de mariguana.

“Creemos que Colombia puede construir un exitoso negocio internacional alrededor de la exportación de mariguana médica”, dijo Alejandro Gaviria, el ministro de Salud de Colombia, en un correo electrónico. “El país está listo para participar en este mercado global emergente”.

PharmaCielo, con base en Toronto, fue fundada en 2014 y en junio se convirtió en la primera empresa en Colombia en recibir una licencia del gobierno para la manufactura de productos de cannabis. Sigue a la espera de licencias para cultivo.

Otras empresas han seguido el ejemplo. En julio, el gobierno otorgó licencias de producción a otra empresa canadiense, Cannavida, y una empresa colombiana, Labfarve-Ecomedics. A diferencia de PharmaCielo, Labfarve-Ecomedics se concentrará en el mercado nacional, lo cual pudiera permitirle empezar más rápidamente porque no necesitará una licencia de exportación.

Una vez que reciba la aprobación, PharmaCielo empezará a cultivar mariguana y después procesará el material en productos médicos que pueden ser exportados a Canadá y otros países que permiten la importación de cannabis médica. Por ahora, Estados Unidos sigue estando muy lejos de eso.

“A final de cuentas, esto tiene la capacidad de ser un mercado global que se mida en miles de millones de dólares”, dijo Anthony Wile, capitalista emprendedor de Canadá que es uno de los respaldos de PharmaCielo. Jim Rogers, uno de los cofundadores con George Soros del Fondo Quantum, es igualmente uno de los inversionistas.

Parado sobre una parcela de casi 13 hectáreas que será la primera sede de PharmaCielo, Cock-Correa expuso su argumento sobre la razón por la que Colombia es ideal para la producción de mariguana, centrado en el ventajoso clima del país y las condiciones del suelo. Hay una razón por la cual Pablo Escobar tuvo sus comienzos en el mundo colombiano de las drogas traficando mariguana.

Durante 50 años, la región Rionegro en los Andes colombianos – donde PharmaCielo tiene su tierra – ha sido una de las principales ubicaciones para la producción de flores cortadas con destino en Estados Unidos y Europa. La región representa una cuarta parte de todas las exportaciones de flores desde Colombia, el principal proveedor de flores cortadas para Estados Unidos.

Extensos invernaderos, construidos de simples carpas de plástico envueltas sobre postes de apoyo y alambrado, tachonan las ricas colinas verdes del área. El fértil suelo volcánico nutre flores como el crisantemo y clavel durante todo el año.

Sin embargo, al centro de los planes de la empresa, están las finanzas.

Cuando la producción esté en pleno apogeo, PharmaCielo prevé producir un gramo de flores de mariguana por alrededor de 5 centavos de dólar. Cuesta al menos 10 veces más producir la misma cantidad en Estados Unidos y Canadá.

En Norteamérica, cultivadores de mariguana por lo general tienen dos opciones: cultivar la cosecha en exteriores, lo cual produce una sola cosecha al año, o cultivarla en interiores en bodegas, que consume una gran cantidad energía.

Sin embargo, empresas que invierten en Colombia quieren apoyarse en los atributos naturales del país para romper ese patrón.

Las plantas de mariguana pasan a través del estado vegetativo al estado de floración cuando las condiciones de iluminación cambian. Crecen más, y su producción aumenta, mientras más tiempo pasen en el estado vegetativo. Finalmente, empiezan a florear cuando están expuestas a 12 horas de luz solar, seguido de 12 horas en la oscuridad, típicamente en la primavera o el verano.

Para alcanzar los ciclos de 12 horas, cultivadores estadounidenses y canadienses que quieren múltiples cosechas deben depender de iluminación artificial. Pero, debido a que yace a lo largo del ecuador, Colombia tiene más días que siguen naturalmente el patrón de 12 horas que país localizados más al norte, como Estados Unidos y Canadá.

PharmaCielo planea suplementar el sol usando focos LED de bajo vatiaje para engañar efectivamente a las plantas a fin que permanezcan en el estado vegetativo.

“Nuestro crecimiento viene de la luz solar”, dijo Marcelo Siqueira, el jefe de operaciones en funciones en PharmaCielo Colombia. La empresa, debido a esto, prevé que tendrá cuatro cosechas al año a costos sustancialmente mayores que rivales estadounidenses.

En tanto, una red de represas contribuye a conservar agua y, por extensión, controlar costos. La fertilidad del sol significa que la empresa dependerá menos de productos como turba y fibras de coco en trozos para ayudarles a las plantas a crecer, ahorrando dinero de esa manera y reduciendo el despilfarro.

Sin embargo, PharmaCielo está en patrón de espera por ahora. Mientras espera las licencias necesarias, Cock-Correa está plantando flores en las poco menos de 13 hectáreas de la empresa.

Cock-Correa, que ha estado en el negocio de las flores durante 30 años, dice que el proceso de cambiar la granja de flores a una granja de cannabis es directo hay una fuerza de trabajo capacitada, la infraestructura está en su lugar y el suelo está preparado y listo para la plantación.

Una vez que obtenga las licencias adecuadas, la empresa estima que podría estar administrando 250 hectáreas de cultivo activo en dos años. Cock-Correa quiere contratar con otras granjas cercanas que actualmente cultivan flores.

En un recorrido del lote inicial en mayo, los lechos de tierra aún tenían flores. Los trabajadores se apresuraban para terminar de cortar y empacar nuevas flores a tiempo para el Día de la Madre.

“Todo esto”, dijo Cock-Correa, “será cannabis dentro de un año”.

Ezra Kaplan
© The New York Times 2016