Obispos de México y EU repudian “muro de la exclusión” de Trump

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) afirmó el miércoles que la construcción del muro fronterizo, que acaba de ordenar el presidente estadounidense Donald Trump, es una “inhumana interferencia” para las familias de migrantes, por lo cual externó su “dolor” y “rechazo” a esta determinación.

A través de un comunicado de prensa, la CEM señala que el Episcopado estadounidense también está en contra de este muro de la “exclusión”, que sólo hará más vulnerables a los migrantes y desestabilizará a muchas comunidades que habitan a lo largo de la frontera entre México y Estados Unidos.

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Asimismo, le advierte a Trump que la Iglesia en general, principalmente a través de sus albergues, seguirá apoyando “cercana y solidariamente” a los migrantes que tratan de internarse en Estados Unidos.

Señala la CEM:

“Lo primero que nos duele es que muchas personas que viven su relación de familia, fe, trabajo o amistad, quedarán bloqueadas aún más por esta inhumana interferencia”.

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Agrega que los obispos “expresamos nuestro dolor y rechazo a la construcción de este muro, e invitamos respetuosamente a hacer una reflexión más profunda acerca de los modos como puede procurarse la seguridad, el desarrollo, la activación del empleo y otras medidas, necesarias y justas, sin provocar más daños de los que ya sufren los más pobres y vulnerables”.

En su comunicado, la CEM menciona la postura del Episcopado estadunidense, y cita particularmente a su presidente del Comité de Migración, el obispo de Austin, Texas, Joe Vázquez, para quien el muro “pondrá las vidas de los inmigrantes innecesariamente en peligro”, asimismo “desestabiliza a muchas comunidades llenas de vida y bellamente interconectadas que habitan pacíficamente a lo largo de la frontera”.

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Joe Vázquez también señala que, siguiendo las instrucciones del Papa Francisco, “queremos construir puentes entre personas, puentes que nos permitan romper los muros de la exclusión y de la explotación”.

La CEM señala que los obispos mexicanos y estadunidenses, sobre todo de las diócesis fronterizas, han estado trabajando, desde hace “más de veinte años, a favor de los migrantes, y así lo seguirán haciendo”.

Recalca el Episcopado mexicano:

“Seguiremos apoyando cercana y solidariamente a tantos hermanos nuestros que provienen de Centro y Sudamérica, y que van en tránsito a través de nuestro país hacia Estados Unidos”.

Luego señala que el gobierno de Estados Unidos tiene “el derecho” de “cuidar sus fronteras”, pero no de una manera tan “rigurosa e intensiva” en la aplicación de la ley, y “desintegrando muchas familias sin mayor consideración”.

Por último, pide a las autoridades mexicanas que sigan en “la búsqueda de acuerdos” con Estados Unidos para que se “salvaguarde la dignidad y el respeto” de los migrantes, quienes sólo buscan “mejores oportunidades de vida”.