CARACAS, Venezuela.- Once países de la Organización de Estados Americanos han instado conjuntamente a ambos bandos de las manifestaciones políticas en Venezuela a mantenerse pacíficas e instaron al gobierno a convocar nuevas elecciones.
Los Estados Unidos, que emitieron un comunicado el martes, advirtieron que “los responsables de la represión criminal de las instituciones y prácticas de la democracia pacífica, y de violaciones flagrantes de los derechos humanos, serán responsables individualmente de sus acciones por parte del pueblo venezolano y sus instituciones, así como por la comunidad internacional “.
Maduro denuncia intención golpista de EEUU en Venezuela
Maduro respondió el martes por la noche en una entrevista televisada en la que afirmó que “el gobierno de Estados Unidos, el departamento de estado, ha dado luz verde, la aprobación de un proceso golpista para intervenir en Venezuela”.
Luego firmó un decreto para movilizar al ejército para defender el orden interno. El gobierno también ha tratado de reducir el tamaño de las protestas mediante el corte de los servicios de metro y bloqueando las carreteras.
Para los observadores experimentados de la política venezolana, esto puede sonar familiar. En los 18 años desde que el fallecido Hugo Chávez, y su sucesor Maduro asumieron el poder, los venezolanos se han acostumbrado a las marchas a favor y en contra del gobierno. Varias se han vuelto violentas, pero ninguna ha estimulado un cambio significativo. Aunque la oposición tomó el control del Congreso en las elecciones de 2015, sus grupos están divididos y no han logrado galvanizar el descontento popular.
Pero hay diferencias con el pasado. La economía se está deteriorando, y el FMI prevé esta semana que el desempleo venezolano superará el 25% este año, ya que el país sufre un tercer año de recesión. También hay menos apoyo regional para Maduro tras el cambio hacia la derecha de los gobiernos en Argentina y Brasil.
El estado de ánimo se está volviendo más conflictivo.
Mientras que en marchas anteriores la gente llevaba camisas blancas y gorras de béisbol con la bandera tricolor de Venezuela, esta vez los manifestantes en la línea de frente ocultaron su identidad detrás de máscaras y sudaderas. Banderines y banderas han dado paso a hondas y rocas.
Incluso Maduro fue recientemente bombardeado con objetos en la ciudad oriental de San Félix, tradicionalmente un bastión de apoyo del gobierno.
La escasez de alimentos, medicamentos y otros elementos básicos han erosionado el apoyo al gobierno en los barrios pobres. Según el Observatorio de Conflictos Sociales, hubo cerca de 5,000 protestas en 2016, 15% más que en el año anterior.
“Esto ya no es gente cantando y tomando selfies. La gente está indignada y está decidida”, dijo Capriles.
Con información de The Guardian
