Dos palestinos han muerto en la Ciudad Vieja de Jerusalén en medio de intensas protestas en la ciudad y en los territorios palestinos contra las nuevas medidas de seguridad israelíes en un lugar sagrado muy sensible.
Los dos murieron en incidentes separados en los barrios palestinos de Jerusalén Este después de las oraciones del viernes durante el cual miles de palestinos rezaron en las calles alrededor de la Ciudad Vieja después de restringiera el acceso al recinto conocido por los musulmanes como Haram al-Sharif, que alberga el al- Aqsa.
El complejo es considerado el tercer lugar más sagrado en el Islam y el más sagrado para los judíos, que lo llaman Monte del Templo.
Detectores de metales fueron instaladas por la policía israelí después de un tiroteo mortal dentro del recinto el viernes pasado en el que tres hombres armados árabe-israelíes mataron a dos policía israelí en la entrada de la Puerta del León antes de huir hacia el interior y ser asesinados por la policía.
Los palestinos – y la institución religiosa administrada por Jordania, el waqf, que se encarga del sitio – dicen que los nuevos controles de seguridad de los fieles representan una violación del status quo en la ubicación.
Los acontecimientos del viernes llegaron al final de una semana tensa en Jerusalén. La decisión israelí de dejar los detectores de metal en el lugar se produjo después de las llamadas realizadas el jueves para que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, retroceda y retire los dispositivos para no inflamar la situación.
El Ministerio de Salud palestino informó que Mohammed Abu Ranam y Mohammad Sharaf, de 17 años, habían sido asesinados en los barrios de Jerusalén oriental de At-Tur y Ras al-Amud respectivamente.
Más tarde, el ministerio informó que Muhammad Mahmoud Khalaf, de 17 años, había muerto en un hospital de Ramallah tras ser fusilado en el pecho por las tropas israelíes durante una manifestación en Abu Dis.
Los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad israelíes siguieron a un llamado del waqf para que otras mezquitas permanezcan cerradas y para que los palestinos converjan en la zona alrededor de la Ciudad Vieja para orar.
En una medida de seguridad polémica adicional, Israel restringió la entrada a la zona de la mezquita y la Ciudad Vieja a los hombres de 50 años o más y a las mujeres el viernes.
La policía disparó más tarde granadas de aturdimiento y bombas de gas lacrimógeno contra manifestantes fuera de la Ciudad Vieja, mientras que los palestinos arrojaron piedras y otros objetos a las fuerzas de seguridad en algunas áreas.
Con información de The Guardian
