El Parlamento escocés podrá votar sobre los planes del Brexit

Theresa May enfrenta una nueva batalla constitucional con Escocia después de conceder que al parlamento escocés se le podría ser permitido votar en los planes del Brexit.

La primera ministra dijo que su gobierno está considerando si ofrecerá a Holyrood (sede del parlamento escocés) el derecho a votar sobre el proyecto de ley de revocación que promulgue la salida del Reino Unido de la UE.

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El ministro escocés para el Brexit, Mike Russell, advirtió a May que su gobierno pediría al parlamento escocés que votara en contra de la supuesta moción de consentimiento legislativo a menos que estuviera contento con sus principales medidas.

Eso amenaza con abrir una serie de conflictos entre Westminster y Holyrood sobre los poderes y las políticas ahora controlados en Bruselas, que serán entregados a Holyrood y a los parlamentos descentralizados de Cardiff y Stormont y que se mantendrán en Whitehall.

Russell ha acusado repetidamente al gobierno de May de planificar una “toma de poder” al conspirar para conservar muchos poderes sustanciales en áreas como la pesca, la agricultura, la política industrial y la protección del consumidor, que son en gran parte descentralizadas.

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Dijo que estaba claro que varios proyectos de ley esbozados en el discurso de la Reina, en particular el proyecto de ley de abrogación, requerirían mociones de consentimiento legislativo. Agregó que sería totalmente inaceptable para el mes de mayo introducir poderes que afectaran a Escocia sin dar a Holyrood el derecho de debatir y votar sobre ellos.

La Ley de Escocia de 1998, que introdujo la descentralización, dice que el parlamento británico no puede “normalmente” legislar sobre asuntos escoceses sin una moción de Holyrood, bajo un protocolo conocido como la convención de Sewel después del entonces ministro de Trabajo que lo redactó. Añade, sin embargo, que Westminster puede dejar a un lado.

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Eso plantea el claro riesgo para el gobierno conservador de que Holyrood podría retener su consentimiento en un momento crítico durante el proceso Brexit, hundiendo a ambos gobiernos en una crisis política sobre los poderes del parlamento escocés.

Eso podría obligar a los ministros de Londres a ignorar el voto de Holyrood o llevar a los ministros de Edimburgo a acudir a la Corte Suprema para decidir si Holyrood puede impedir que las partes del proyecto de ley que afectan a Escocia se conviertan en ley.

Con información de The Guardian