El expresidente del Consejo Italiano Matteo Renzi es el favorito para volver a asumir el liderazgo del Partido Demócrata (PD, centro-izquierda) durante una votación abierta en la que espera una participación suficiente para volver al primer plano de la política nacional.
A primera hora de la tarde, los organizadores anunciaron que más de 701.000 personas habían votado, algo menos de los 900.000 registrados a la misma hora durante las últimas primarias, de 2013, pero más de lo que esperaban muchos observadores.
Todos los italianos de más de 16 años pueden votar, además de los ciudadanos de países de la Unión Europea que residen en el país y también los extranjeros con permiso de residencia, con la única condición de pagar una contribución de dos euros.
Diputados del PD así como la prensa difundieron imágenes de afluencia. “Es un festival de democracia”, celebró Renzi ante la prensa después de votar.
“Espero que los otros también lo hagan”, lanzó en una solapada crítica en particular al Movimiento 5 estrellas (M5S) con el que el PD está a la par en los sondeos y que organiza sus primarias por internet.
Renzi, de 42 años, dimitió de su cargo de jefe del gobierno en diciembre tras perder un referéndum constitucional clave en su país.
El desafío de la participación
Entonces, enfrentado a las protestas del ala izquierda de su partido, decidió a mediados de febrero renunciar como líder de la formación, dejando siempre la puerta abierta para volver con más legitimidad en una nueva votación.
Renzi enfrenta a dos candidatos considerados como más de izquierda que él: Andrea Orlando, actual ministro de Justicia, y Michele Emiliano, gobernador de la región de Apulia, en el sur.
En este contexto, los últimos sondeos muestran que Renzi contaría con un 66,7% de apoyo, frente a 25,3% de Orlando y 8% de Emiliano.
Pero el verdadero desafío es la participación.
Cuando llegó a la cabeza del partido, en diciembre de 2013, Renzi obtuvo cerca del 68% de los votos, de más de 2,8 millones de electores. Es este segundo resultado sería esta vez una victoria.
“Más que a una competencia, estamos frente a una legitimación, a una especie de coronación de Renzi como líder del PD. Podemos esperar que Renzi obtenga un gran éxito, pero con una participación baja. La gente de izquierda no parece estar movilizada”, explicó Lorenzo de Sio, profesor de sociología política de la universidad LUISS.
Según Emiliano, la elección será un fracaso si no moviliza al menos a tanta gente como en 2013. Orlando ha situado la barrera en 2 millones de votantes y Renzi en un millón.
Con información de The Telegraph
