El ministerio de cultura ruso ha decidido permitir que una película que muestra un amorío entre el último zar de Rusia y una bailarina sea lanzada a las salas del país, a pesar de las protestas de los críticos conservadores que han exigido ser prohibido.
Matilda, realizada por el prominente director ruso Alexei Uchitel, cuenta la historia de un romance entre el joven Nicolás y una bailarina de ballet de origen polaco, Matilda Kshesinskaya. Los trailers muestran escenas románticas entre el príncipe y la bailarina. Los críticos conservadores y religiosos niegan que el asunto haya tenido lugar y dicen que la película es un insulto a la memoria del zar, que fue canonizado por la iglesia ortodoxa rusa en el año 2000.
La diputada rusa Natalia Poklonskaya presentó una solicitud a la fiscalía general a principios de este año pidiéndole que verifique si la película infringió una ley sobre ofender los sentimientos de los creyentes religiosos. Ella admitió que no había visto la película cuando hizo la solicitud y dijo que no planeaba hacerlo.
Mientras Rusia celebra el centenario de la revolución en que el pueblo ruso derrocó al orden zarista y llevaron a los bolcheviques de Vladimir Lenin al poder, se está rehabilitando la reputación del último zar. Monumentos a Nicolás II están siendo erigidos por toda Rusia, y el mes pasado miles de peregrinos hicieron un paseo nocturno de 13 millas al lugar donde Nicolás y su familia fueron ejecutados en 1918, para conmemorar el 99º aniversario de las muertes.
Incluso hay un contingente pequeño pero vocal de rusos que quieren ver la monarquía restaurada en el país.
El mes pasado, cientos de activistas ortodoxos organizaron una protesta en Moscú contra la película de Uchitel, y en algunos casos incluso se han hecho amenazas a los cines, advirtiéndoles que enfrentarán ataques si muestran la película.
Un portavoz del Ministerio de Cultura ruso dijo el jueves que la película cumplía con la ley rusa y que se había emitido un certificado de 16+. Dijo que el certificado se aplicaba a toda Rusia, pero agregó que las regiones individuales tenían el poder ejecutivo para prohibir la película si querían.
Ramzan Kadyrov, el gobernante de línea dura de Chechenia, ya ha pedido la prohibición de la película, y las autoridades del vecino Daguestán también han dicho que no quieren que se muestre la película.
Uchitel ha rechazado las críticas, diciéndole a la gente que deberían ver la película antes de protestar. Ha sido apoyado por varios directores y estrellas de cine prominentes de Rusia, quienes han dicho que los llamamientos a una prohibición son inapropiados.
Con información de The Guardian
