Periodismo, crisis migratoria y conflicto sirio  

BRUSELAS(apro).- A finales de octubre pasado tuvo lugar en la capital belga un interesante taller sobre cómo los medios reportan la crisis migratoria y el conflicto sirio. El encuentro fue organizado por el Instituto Cultural Finlandés, el Instituto Finlandés en Londres –ambas financiadas por el gobierno de Helsinki–, la Federación Europea de Periodistas y la organización no gubernamental Misión Evangélica Luterana Finlandesa (también conocida como Felm, por sus siglas en inglés).

 

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Las discusiones del taller se basaron en dos informes elaborados por tales organizaciones. El primero se llama Los refugiados y los demandantes de asilo en la prensa europea. Elaborado en 2016, este documento analizó durante un mes únicamente la edición impresa de seis diarios europeos: Helsingin Sanomat y Aamulehti, de Finlandia; The Guardian con su edición dominical The Observer y The Times con su dominical Sunday Times, de Reino Unido, y Le Soir y De Morgen, de Bélgica.

 

Según esa evaluación, The Guardian se inclinó en ese periodo por reportar el sufrimiento de quienes huyen de la guerra o del terrorismo islamista: “El tratamiento de The Guardian de la situación de los refugiados y los demandantes de asilo es complejo. El diario da cuenta ampliamente de los efectos de la situación en diferentes países europeos. Incluso si los refugiados y demandantes de asilo aparecen, por una parte bajo los rasgos de las estadísticas, amenazando la estabilidad de Europa. The Guardian trata de forma repetida el tema sobre un ángulo humano, narrando las experiencias de los recién llegados así como de aquellos que los acogen y los ayudan”.

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The Times prefirió un enfoque distinto: “Las personas que ocupan una función política son las que tienen más la palabra en The Times. Cuando se trata del tema de ‘la crisis’, a los que más escucha el diario es a los dirigentes políticos de los Estados miembros de la UE. Igualmente son citados los dirigentes económicos, representantes de instituciones oficiales, como la UE, así como fuentes diplomáticas anónimas. En contraste, los refugiados y demandantes de asilo no son narradores esenciales de “la crisis'”.

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Más local se mostró la prensa de Finlandia, donde los principales diarios son regionales: “La prensa finlandesa es muy específica en la importancia que le otorga al país en el tratamiento del tema de los refugiados y demandantes de asilo. Consagran numerosos artículos a la frontera fino-rusa. La frontera común es percibida como una puerta de entrada de inmigrantes en Finlandia”.

 

Por su proyección internacional, vale la pena insistir sobre el balance que hace el reporte de los medios británicos examinados: “Los artículos de información británicos estudiados ofrecen una variedad más grande de instancias. Ese aspecto se traduce en una presentación abundante de puntos de vista propios a los refugiados y los demandantes de asilo. La prensa británica es una excepción en el reporte al colocar como sus tres temas más abordados el periplo de los demandantes de asilo. Informa de manera más dramática y emplea expresiones más fuertes que los otros periódicos estudiados”.

 

Por otro lado hay que observar que The Times y The Guardian representan una línea neutra, incluso favorable a los refugiados y demandantes de asilo en un panorama mediático británico muy polarizado.

 

La conclusión general es favorable: “Se puede decir que todos los periódicos examinados en este reporte tienden a un tratamiento neutro y objetivo en los textos que consagran al tema de los refugiados y los demandantes de asilo (…) El punto de vista de todos es eurocéntrico”.

 

El segundo de los reportes del taller se titula Siria en los medios globales, el cual consiste en un año de monitoreo divido en dos periodos, uno en 2015 y otro entre 2015 y 2016. Auxiliados por un algoritmo informático, los autores del reporte analizaron los titulares de más de 44 mil artículos escritos en inglés y provenientes de 292 medios, así como 6 millones de posts publicados en Facebook y Twitter en el mismo idioma.

 

Sus hallazgos son sintomáticos del funcionamiento de los medios occidentales respecto al conflicto. Destaco algunos:

 

1) Las mujeres y los niños estuvieron prácticamente ausentes de los titulares, con una cobertura que apenas alcanzó 3% de la totalidad de lo revisado. Lo anterior a pesar de que los artículos sobre esa población interesan a los lectores y son más compartidos y gustados en las redes sociales que otros, considera el reporte.

 

2) Entre 46% y 48% de las noticias se dedicó a asuntos ligados al terrorismo y al conflicto armado. Pero, otra vez, sólo se consagró 3% de la cobertura a la información en torno a las operaciones internacionales de ayuda humanitaria. La cobertura creció a comienzos de este año cuando se reportó el caso de varias ciudades sirias sitiadas y cuando se organizó en Londres la conferencia de ayuda. El reporte critica que desde noviembre de 2015 ya había 400 mil sirios viviendo en ciudades sitiadas, es decir desde meses atrás, pero que los medios no lo habían informado por estar enfocados en las noticias acerca de los combates.

 

A este respecto, el reporte señala que “hay ejemplos de la amplia atención mediática que recibe el Estado Islámico a expensas de la ayuda humanitaria, los refugiados y el sufrimiento de los civiles”.

 

Llaman mucho la atención otros dos datos. El primero, que la cobertura sobre los refugiados se elevó de 7% a 23% en el momento en que éstos comenzaron a llegar masivamente a Europa en agosto de 2015. Una vez pasada la parte más fuerte de la crisis tal cobertura volvió a disminuir a 11%, aunque el reporte señala que debido a la proximidad física del tema parece que se incrementará nuevamente el interés mediático.

 

El segundo punto: que los medios sirios, tanto opositores al gobierno de Bashar Al-Assad como leales, han tenido muy poco alcance más allá de sus audiencias nacionales. Así, asienta el reporte, existe una “desconexión” entre la población siria y los discursos de los medios internacionales.

 

El coordinador de la organización coautora del informe Syria Initiative-FELM, el conocido activista Aziz Hallaj, quien vive la mayor parte del tiempo en Beirut, Líbano, nos habló en el taller de la necesidad de formar éticamente a los medios sirios para presentar información veraz y de manera correcta.

 

Planteó las dificultades que existen para que la prensa occidental acceda a la diversidad de las fuerzas implicadas en el terreno. Resaltó el peligro que representa en este caso el “periodismo ciudadano” de aquellos que están dentro de la zona de conflicto o en contacto con el terreno y que muchas veces reportan hechos falsos o imprecisos, que después se viralizan en Occidente.

 

Comentó que los medios globales describen generalmente el conflicto de forma simplista, como si fuera una lucha entre rebeldes y fuerzas pro-régimen, y se focalizan en los aspectos violentos del conflicto, llegando a convertirse en un factor que incluso termina por torpedear los esfuerzos de paz.

 

Mehmet Koksal, encargado de proyectos en la oficina de Bruselas de la Federación Europea de Periodistas tocó un problema que lleva años debatiéndose en el gremio. Comentó que la situación de inseguridad no permite tener periodistas respaldados por las redacciones centrales europeas en el área de conflicto.

 

Apuntó que muchos medios los retiraron al no poder garantizar una protección apropiada. Lamentó que quienes están ahí son periodistas freelance que arriesgan su vida. Mencionó que hay medios que se aprovechan de la necesidad profesional o el arrojo desmedido de esos periodistas decidiendo publicar sus historias y sin, en contrapartida, ofrecerles el pago de seguros, una estructura corporativa de apoyo y una protección social y económica.

 

Los informes finlandeses están disponibles en los portales de las mencionadas organizaciones.