Pese a sombría fechada de Rusia, atisbos de alegría por referendo de la UE

MOSCÚ – El Presidente Vladimir Putin de Rusia recibió el equivalente de maná político del cielo este viernes cuando el electorado británico optó por dejar la Unión Europea, acelerando su propio objetivo a largo plazo de debilitar a la alianza más poderosa que enfrenta al Kremlin, conforme este busca reconstruir su musculatura de superpotencia.

Oficialmente, Moscú presentó una sombría fachada, repitiendo su postura previa a la votación en el sentido que el referendo británico era de escaso interés directo y que cualquier consecuencia podía tomarse con filosofía.

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“Esto ciertamente tendrá consecuencias para Gran Bretaña, para Europa y para nosotros, les dijo Putin a reporteros en una conferencia de seguridad asiática en Uzbekistán. “Las consecuencias serán globales, son inevitables; serán tanto positivas como negativas”.

Agregó que solo el tiempo podría decir si el resultado era más positivo o negativo. “Los mercados ciertamente declinarán, ya lo hicieron”, dijo, “pero, desde luego, todo se restablecerá”.

Sin embargo, desde otros puntos, las reacciones fueron muchos menos contenidas.

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“Debemos expresar solidaridad con el pueblo británico, con su correcta decisión de salir de la Unión Europea”, dijo Vladimir V. Zhirinovsky, el político populista cuyas declaraciones a menudo reflejan el humor nacional, en un discurso en el Parlamento. “¡Llevaron a cabo una gran hazaña!”.

Un comentarista en Facebook sugirió que Reino Unido debería cambiar su nombre a la “Respublika Londonskaya Narodnaya”, o República Popular de Londres. Eso hico eco de los nombres de dos regiones separatistas del sureste de Ucrania que Rusia ha apoyado militarmente en su lucha en contra del gobierno central en Kiev.

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El gobierno ruso, que ha trabajado asiduamente para socavar la solidaridad europea en años recientes, tiene diversas razones para celebrar, destacan analistas.

“El Kremlin está interesado en cualquier tipo de desacuerdo, cualquier tipo de complicación en la UE que la vuelve más débil”, dijo Nikolay V. Petrov, profesor de ciencia política en la Facultad Superior de Economía de la Universidad Nacional de Investigación, en Moscú.

Para empezar, notó, el voto remueve a Gran Bretaña como una influyente voz en esfuerzos europeos por aislar y castigar a Rusia a causa de su anexión de Crimea y su participación en la desestabilización de Ucrania. En segundo lugar, esto ayuda a Putin en su método preferido de lidiar con país fuertes sobre una base individual, en vez de cómo bloques. En tercero, el voto puede explotarse en casa como un ejemplo de cómo la falta de unidad puede conducir a debilidad.

“Esto puede utilizarse en el ámbito nacional para demostrar que somos fuertes y todos a nuestro alrededor no lo son tanto”, dijo Petrov. En cuanto a alguna consecuencia de tipo económico, agregó: “Eso no es la máxima prioridad; geopolítica y estratégicamente, el Kremlin cree que se beneficiará”.

Si bien Francia y Alemania, no Reino Unido, encabezaron el impulso por imponerle sanciones a Rusia por la anexión de Crimea y la crisis de Ucrania, había cierta esperanza de que esos temas se desvanecieran un tanto ahora que Europa enfrenta monumentales problemas internos.

“Yo no creo que la Unión Europea vaya a tener tiempo ahora para pensar en Ucrania o en sanciones”, dijo Andrei Klimov, el vicepresidente del comité de asuntos internacionales de la cámara superior del Parlamento.

Un portavoz de la Cancillería que no fue identificado le dijo a Interfax que Rusia preveía que el vigoroso apoyo de Gran Bretaña por sanciones no registrara cambios, aunque algunos analistas dijeron que preveían que Europa sin la voz británica pudiera no ser tan firme.

“Sin Gran Bretaña, no habrá nadie en la UE que defienda sanciones contra nosotros con tanto celo”, escribió el alcalde de Moscú, Sergei S. Sobyanin, en Twitter.

Sin embargo, Putin dijo este viernes que dudaba que el resultado tuviera algún impacto sobre las sanciones de la UE.

El presidente ruso ha estado intentando formar relaciones estrechas con los países que se han mostrado menos firmes con respecto al mantenimiento de sanciones, incluyendo Francia, Grecia, Hungría e Italia. Rusia ha dado abierto respaldo financiero al partido de extrema derecha Frente Nacional en Francia, cuyo líder, Marine Le Pen, se pronunció por un referendo similar de salida allá.

Se cree también que el Kremlin está siguiendo la tradición soviética de financiar a otros grupos políticos que buscan debilitar a la Unión Europea. Muchos oficiales rusos y comentaristas dijeron esperar que se lleve a cabo referendos similares a lo largo del Viejo Continente.

Putin dijo que los resultados reflejaban la insatisfacción popular con temas como seguridad, inmigración y subsidios a economías más débiles, así como excesivo control de Bruselas, a la que comparó desfavorablemente con la vieja Unión Soviética. “La gente quiere ser más independiente”, destacó.

También este viernes, el portavoz de Putin, Dimitri S. Peskov, declaró a organizaciones noticiosas de Rusia que esperaba que Gran Bretaña fuera de la UE entendiera “la necesidad de formar buenas relaciones” con Rusia.

Ivan Nechepurenko Y Neil Macfarquhar
© The New York Times 2016