Pierden ahorros de su vida mexicanos deportados

Tijuana, BC.- Llegan casi sin nada, tal como se fueron hace años, a veces décadas a Estados Unidos, pero ahora el viaje es a la inversa, son los mexicanos  deportados que dejaron en el vecino país casas, dólares, familias y deudas.

Aunque pocos de ellos logran obtener el crédito hipotecario para una vivienda, dejan a sus familias con la deuda de rentas que a veces sus esposas -o esposos porque también hay mujeres deportadas-, no pueden pagar.

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De sus ahorros, dicen que casi todos los enviaron a sus estados de origen: Puebla, Oaxaca, Michoacán, Guerrero u otros de donde partieron.

Abelardo Martínez vivió casi 20 años en San José California pero fue deportado cuando intentó visitar a su padre en Florida y lo expulsaron por Matamoros, Tamaulipas. Ahora se encuentra en Tijuana en espera de una oportunidad para volver a cruzar por San Diego.

Allá dejó esposa, hijos una casa a medio pagar “y una troca” o camioneta que acababa de liquidar al dealer, la agencia distribuidora.

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En Tijuana se hospeda en un albergue donde lo único que tiene es una cama y dos mudas de ropa.

Algunos de nuestros connacionales que tienen décadas residiendo en el vecino país, son quienes más sufren durante el proceso de repatriación ya que entran en shock al volver a un país al que ya poco les une, y en casos extremos se registran suicidios como el de Guadalupe Olivas Valencia el pasado 21 de febrero.

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José María García Lara, del abergue Juventud 2000,  puntualiza que “la gente que es repatriada la gente que tiene 5, 8 10 o 20 anos esa gente si viene con problemas de educación con un problema de que va a hacer están acostumbrados a Estados Unidos a ganar dólares, esa gente sí puede tener problemas porque no hay problemas específicos sin embargo ya se han abierto programas que no tienen ese seguimiento de las organizaciones si bien hay formas de conseguir actas de nacimiento o algunos trabajos que las mismas empresas están empezando a implementar, esa gente tiene más posibilidades de perderse dentro de la vagancia el alcohol y las drogas”.

El mayor Andrés Saldaña, director del albergue  del Ejército de Salvación explica que “de un 100 por ciento,  el 80 regresa a su lugar de origen y un 20 queda en la ciudad,  esa gente que queda en la ciudad se les apoya para conseguir sus documentos,  se les conecta con empresas y en 3 meses ya tienen que haber logrado todo esto y además haber encontrarlo un lugar para vivir.

Algunos de estos repatriados se suman a diversas tareas en Tijuana aunque su ingreso llega a ser apenas de la décima parte de lo que ganaban en estados como California.

Los buscan “de diferente clase de empresas vienen a nosotros o nos llaman, Telvista por ejemplo continuamente están llamando,  buscando gente de maquiladoras,  ponen su cartelones donde ofrecen trabajo,  hay muchas oportunidades de trabajo,  ciertamente los sueldos no son como uno quisiera y seguramente hay mucha diferencia con lo que recibían allá pero les cuesta un poco de trabajo acoplarse a la manera de vivir en México pero trabajo sí hay”.

Con información de Juan Arturo Salinas