Preclamsia, mal que afecta durante el embarazo

Catalogada como una complicación médica del embarazo, la preeclampsia se asocia con la mujer embarazada que padece presión arterial y elevados niveles de proteína en la orina, explicó la doctora María Guadalupe Cerritos Martínez coordinadora del área de ginecología y obstetricia del Hospital General de Zona (HGZ) IV número 8 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Ensenada.

Detalló que las causas van desde genéticas, hasta obesidad, embarazo múltiple (gemelos o más), trastornos autoinmunitarios, problemas vasculares, dieta, edad (mayor de 35) y antecedentes de diabetes o enfermedad renal.

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Señaló que lo síntomas se manifiestan con hinchazón de manos, ojos y cara, aumento repentino de peso, dolores de cabeza, problemas para respirar, náuseas, vómitos, disminución de la orina y cambios en la visión –ven puntos o luces centellantes -.

Advirtió que puede ocurrir en el segundo y tercer trimestre, siendo mucho más común en mujeres en su primer embarazo y disminuye considerablemente en el segundo, el riesgo aumenta con la edad materna y en mujeres cuyas familias ha habido casos de preeclampsia.

Detalló que los signos y síntomas generalmente desaparecen por completo 6 semanas después del parto. Sin embargo, algunas veces la hipertensión empeora en los primeros días posteriores. Por ello, se debe prestar atención las 24-48 horas seguidas al parto con el fin de detectar posibles síntomas.

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Llevar un control con el especialista desde el inicio del embarazo es de vital importancia para evitar posibles complicaciones como problemas de sangrado, convulsiones, retraso del crecimiento del feto, ruptura del hígado y separación prematura de la placenta.

Dijo que la única forma de curar la preeclampsia es dar a luz al bebé, si no está totalmente desarrollado, la enfermedad puede manejarse en casa hasta que haya madurado, para ello, la especialista del IMSS recomendó descansar en cama y acostarse sobre el lado izquierdo; tomar mucha agua, consumir menos sal, medicarse para controlar la presión arterial –en algunos casos- y visitar frecuentemente al médico para verificar una adecuada evolución.