Cerca de 150 personas armadas con cócteles molotov y piedras invaden evento este primero de mayo, con Francia dividida por la elección presidencial
El primero de mayo es un día en que los trabajadores de Francia tradicionalmente se unen. Sin embargo, el 1 de mayo de 2017 se ha visto dividido por divisiones políticas, personales y sociales antes de la votación final del próximo domingo en las elecciones presidenciales francesas, así como por la violencia y los enfrentamientos entre la policía y los jóvenes enmascarados.
En París, un grupo de unas 150 personas, armado con cocteles molotov, piedras y palos, secuestró la tradicional marcha del primer día de mayo organizada por sindicatos franceses.
Miles de personas se habían unido a la celebración, y muchos aprovecharon la ocasión para protestar contra la candidata presidencial de la extrema derecha Marine Le Pen y su partido, el Frente Nacional. La policía dijo que 142,000 personas asistieron a las marchas del primero de mayo en toda Francia.
Las plazas de la revolución
Poco después de que la marcha de París partiese de la céntrica Place de la République, un grupo con pañuelos cubriéndose el rostro se dirigió hacia el frente y empezó a lanzar misiles contra la policía, quienes respondieron con gases lacrimógenos. Algunos sacaron la mampostería de las paredes de los edificios para tirar a la policía y varias bolsas de la compra y las mochilas llenas de piedras y de botellas fueron encontradas.
Incluso antes de la violencia, la marcha había salido mal. Incapaz de ponerse de acuerdo sobre la mejor manera de enfrentarse a la posibilidad de que Le Pen se conviertiese en la próxima presidenta del país -votando en blanco, absteniéndose o eligiendo a Emmanuel Macron- los sindicatos siguieron sus caminos separados, con dos organizando una reunión separatista en el norte de París el lunes por la mañana.
La marcha principal tuvo lugar horas después, cuando decenas de miles de personas partieron de la Place de la République rumbo a la Place de la Nation, por Bastille, tres de las plazas más simbólicas de la capital francesa.
Mélenchon reditúa con el desastre
Jean-Luc Mélenchon, un candidato de izquierda dura, fue recibido con entusiasmo por sus partidarios, dejándolo a punto de llorar. Llevaban pancartas que pedían a los votantes que huyeran de la FN, pero, al igual que su líder, nadie llamaba públicamente a un voto de Macron.
“No tenemos nada en común con el señor Macron”, dijo Paul Vannier, quien planea presentarse al Parlamento como candidato para el movimiento de Francia de Mélenchón en las elecciones legislativas que se celebrarán este mes.
Dijo que le tocaba a Macron “dejar de insultarnos … y dar un paso en nuestra dirección”. “Es para él asegurarse de que Marine Le Pen esté eliminada”, dijo Vannier.
Otros manifestantes llevaron pancartas que rechazaban el nacionalismo de Le Pen y el neoliberalismo de Macron, leyendo “ni patria, ni patrón”,
Con información de The Guardian
