La expresión lo decía todo. Incluso con los estándares de Vladimir Putin, fue una sonrisa consciente de sus proporciones épicas, mientras estrechaba la mano con Marine Le Pen en el Kremlin el viernes.
En su intervención, Putin señaló que Francia estaba participando actualmente en un ciclo electoral y que Rusia “no quería influir en los acontecimientos de ninguna manera”. El sentimiento suena un poco menos que genuino dado que se produjo como parte de una reunión cara a cara del Kremlin con el candidato presidencial de extrema derecha un mes antes de la votación.
Los mensajes mixtos parecen ser una estrategia deliberada, y es similar a la retórica rusa en torno a las acusaciones de que el Kremlin intervino para lograr que Donald Trump saliera elegido.
En diciembre, Putin dijo que era absurdo sugerir que Rusia intervino en nombre de Trump, pero inmediatamente siguió diciendo que “nadie creía en él, excepto nosotros”.
La visita sorpresa de Le Pen al Kremlin fue acompañada de un humor similar. El sitio web Life News tweeteó una columna de opinión con la etiqueta “Rusia ayudará a ganar Le Pen” para luego eliminar el tweet unos minutos más tarde.
La agencia de noticias Interfax publicó una noticia: “El Kremlin anuncia el financiamiento de la campaña electoral de Marine Le Pen por parte de los bancos rusos”. Dos minutos más tarde hubo otro desenlace: “Corrección: Kremlin anuncia que no tiene información sobre el financiamiento de Marine Le Pen por los bancos rusos “.
Esto bien pudo haber sido un simple resbalón, pero la declaración y la rápida retracción encajaron en el patrón de la política de rechazo de Putin.
Cualquiera que sea la veracidad de las afirmaciones de que Rusia ha financiado Le Pen a cambio de concesiones políticas, los escándalos están ayudando a hacer un punto político útil para el Kremlin en su país.
“Creo que a estas alturas los rusos probablemente conocen mejor los nombres de los candidatos en las elecciones francesas que los nombres de sus propios gobernadores regionales”, dijo el analista político Gleb Pavlovsky, señalando el nivel de cobertura de la televisión estatal.
Con la economía rusa todavía luchando, Putin ha mantenido el apoyo entre los rusos debido a su agresiva política exterior. Con una elección presidencial que se avecina el próximo año, la imagen de Putin tirando de las cuerdas en todo el mundo es muy útil.
Mientras que el Kremlin siempre negará formalmente la intromisión directa, insinúan que ayuda a apuntalar la idea de Putin como “el hombre más poderoso del mundo”, como lo expresó un reciente documental de la CNN.
“Representa una nación soberana … una nueva visión … un nuevo mundo”, dijo Le Pen en Moscú poco después de reunirse con Putin. Esperen ver esas palabras destacadas en los informes de noticias rusos.
