Ensenada – Los cuidados durante los primeros 28 días del recién nacido son esenciales, ya que es el tiempo de adaptación a la vida extrauterina y presenta diferentes características que los padres deben identificar y conocer.
La directora de la UMF número 13 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en San Quintín, Baja California, doctora Perla Romina Zepeda Menchaca señaló que dar al recién nacido una buena alimentación, aseo y vigilancia, son los aspectos básicos.
Indicó que se debe poner especial atención en el cordón umbilical, el cual es importante curarlo diariamente con alcohol después del baño, secar perfectamente y dejarlo al descubierto. No utilizar fajas, ya que es un órgano que se desprende entre el séptimo y décimo día.
Explicó que los bebés normalmente lloran durante el día, es normal que lo hagan cuando tienen hambre, sed, cansancio, soledad o dolor -por cólicos- o fiebre, aunque es común que durante la noche tengan períodos de irritabilidad.
En cuanto a los períodos de sueño, es importante acostarlos cada noche a la misma hora para crearle hábitos; hablarle con voz suave y movimientos delicados para enseñarles que no es tiempo de diversión.
La lactancia nocturna debe pasar lo más desapercibido posible, evitar encender la luz y cambiarlos si no hay necesidad. Si despiertan en la noche porque están incómodos y lo expresa llorando, tratar de tranquilizarlo sin sacarlo de la cuna. Es de vital importancia asegurarse de no dejar juguetes que puedan asfixiarlos.
Puntualizó la especialista que durante el día al bebé se debe alimentar por lo menos cada tres horas, de ninguna manera deben pasar más de 4 horas sin hacerlo, ya que se corre el riesgo de que se deshidrate. La madre debe extremar cuidados en su dieta, tomar agua en abundancia, evitar el consumo de irritantes, harinas y grasas; por ningún motivo consumir bebidas alcohólicas.
Destacó que se debe acudir al médico cuando el bebé tiene una temperatura corporal arriba de los 38 °C, si está demasiado quieto o con aspecto diferente al normal; si presenta vómito persistente, diarrea (heces líquidas y frecuentes) y llanto sin causa aparente.
Es indispensable revisar siempre las posibles causas que provoquen incomodidad al bebé. El recién nacido debe estar en un ambiente de entre 24 y 26 grados centígrados; evitar besarlo, sobre todo, en la cara, y mantenerlo alejado de cualquier contacto con personas enfermas y de mascotas. Estas son algunas recomendaciones, concluyó.
