La renuncia forzada del jefe de la Patrulla Fronteriza estadounidense, Mark Morgan, por parte de la Administración Trump, provocó fuertes críticas de un grupo de vigilancia fronteriza con sede en San Diego.
“La salida repentina de Mark Morgan de la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos es profundamente preocupante”, dijo Christian Ramirez, director de la Coalición de Comunidades Fronterizas. “Las comunidades fronterizas tenían una relación respetuosa con el Jefe Morgan, que fomentó un proceso de diálogo entre las partes fronterizas interesadas y funcionarios de alto nivel en Aduanas y Protección Fronteriza”.
Morgan, que sólo ocupaba el puesto de jefe desde octubre, le fue pedida su renuncia el jueves, días después de que el presidente Donald Trump anunciara una campaña contra la inmigración ilegal y un aumento en el número de agentes de la Patrulla Fronteriza que ahora son cerca de 20.000.
“Mientras que el Presidente Trump hizo campaña en pro de la ley y el orden en nuestro país, la administración ha creado un vacío de liderazgo, dejando el desorden en la mayor agencia policial del país”, dijo Ramírez.
“Las comunidades fronterizas han experimentado la brutalidad, el abuso y la muerte, y ahora sin nadie en el timón de la agencia, la confusión y desorden podría conducir a mayores abusos. La Patrulla Fronteriza ya tiene una historia de operar con poca o ninguna transparencia y responsabilidad”.
El último día de Morgan en la agencia estaba programado para el martes.
“Todo esto llega en un momento en que el Presidente Trump ha prometido construir un muro y militarizar aún más nuestras comunidades, pisoteando los derechos constitucionales y la calidad de vida de millones de personas”, dijo Ramírez. “Ahora mismo, a través de una laguna federal, los agentes y oficiales de la CBP pueden detenerse a interrogar y buscar a los niños en su camino a la escuela, a los padres en su camino al trabajo.
Morgan fue un ex agente del FBI que fue nombrado por el presidente Barack Obama en junio y asumió el poder en octubre. Fue el primer jefe que nunca había trabajado como agente de patrulla fronteriza.
“La Administración Trump debería comprometerse a comprometerse con las comunidades fronterizas en un diálogo significativo”, dijo Ramírez. “Los derechos y la dignidad de los residentes fronterizos y de aquellos que viajan y buscan seguridad en nuestra región deben ser protegidos y nuestra calidad de vida preservada”.
La Coalición de Comunidades Fronterizas del Sur consiste en más de 60 grupos de vigilancia de San Diego a Brownsville, Texas.
