Reserva de Centla, en peligro por cancelación de apoyo de Pemex  

VILLAHERMOSA, Tab., (apro).- La crisis petrolera que golpea a Tabasco no solo afecta el bolsillo de miles de trabajadores echados a la calle y las finanzas estatales.

 

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El daño también se extiende a la Reserva de la Biósfera Pantanos de Centla (RBPC), uno de los humedales más grandes de Mesoamérica y de los principales centros turísticos ecológicos de la entidad.

 

La desaparición del Centro de Interpretación Uyotot-Ja (Casa del Agua), ubicado en la RBPC, se apunta como la primera víctima si no se consiguen recursos para seguir operando, luego que Petróleos Mexicanos (Pemex) canceló el apoyo financiero que otorgaba para su manutención.

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Una comitiva de la RBPC, encabezada por su director, Carlos Villar Badián, se reunió con diputados locales para solicitar que en el presupuesto  2017 se considere una partida para que La Casa del Agua no cierre sus puertas y siga funcionamiento.

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Explicaron que la operación y personal de La Casa del Agua representan un costo de entre 3.5 y 5 millones de pesos anuales, adicional a varios proyectos pendientes como un acuario y un mariposario.

 

Villar Badián destacó  que el apoyo del Congreso del estado contribuirá en las estrategias que se requieren para potenciar las visitas turísticas a la RBPC que beneficia directamente a prestadores de servicios como restauranteros y hoteleros.

 

El director del Área de Protección de Flora y Fauna Cañón del Usumacinta, Juan Carlos Romero Gil, abundó en la necesidad de promover la integración de la iniciativa privada que permita la sustentabilidad financiera de la RBPC.

 

El presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Congreso, José Antonio de La Vega, resaltó el interés del Poder Legislativo para coadyuvar con otras instancias de gobierno para que el Centro Uyotot-ja siga operando.

 

Mencionó que como legisladores tienen el compromiso de trabajar de manera conjunta en acciones de materia jurídica que beneficien a instituciones como el Centro Uyotot-ja.

 

La diputada Leticia Palacios Calderón mencionó la importancia de mantener en operación  La Casa del Agua, ya que fomenta la conservación de los humedales, promueve la educación ambiental y a su vez es una fuente de empleo y desarrollo en la región.

 

Los Pantanos de Centla, con una extensión de 302 mil 706 hectáreas, son tierras bajas y humedales, declaradas en agosto de 1992 como área protegida con categoría de Reserva de la Biósfera.

 

Comprende los municipios tabasqueños de Centla, Jonuta y Macuspana, y parte del estado de Campeche.

 

Es el humedal más extenso de Norteamérica y uno de los 15 más importantes del mundo, ubicado en el delta de los ríos Grijalva y Usumacinta, los más caudalosos del país con un desfogue de 117 mil  millones de metros cúbicos de agua.

 

Los ecosistemas presentan una gran biodiversidad, particularmente de especies animales de agua dulce como  quelonios y otros reptiles, así como comunidades de plantas hidrófitas, como el lirio acuático y el tipo de vegetación conocido como popal.

 

Desde 1997 inició el apoyo de Pemex para conservación, protección, restauración y aprovechamiento de la RBPC.

 

En 2002 se construyó La Casa del Agua, cuyo nombre en maya chontal es Uyotot-Ja. Consta de cinco palafitos construidos a más o menos dos metros sobre el espejo de agua.

 

Es la única infraestructura en toda la Cuenca Grijalva-Usumacinta dedicada a sensibilizar a lo sociedad sobre los valores ecológicos, culturales y económicos de los humedales de esta región. Y único Centro de interpretación de humedales en el país que, hasta este año, apoyaba Pemex financieramente.

 

Uno de sus diversos atractivos son el sendero interpretativo de aproximadamente 700 metros donde se puede caminar sobre el pantano, sin mojarse los pies y se recorren varios tipos de vegetación característica de la Reserva.

 

Tiene un vivero que produce plantas nativas para restauración. Una torre de vigilancia contra incendios de 20 metros de alto, desde donde se puede observar la Reserva y la unión de los ríos Grijalva, Usumacinta y San Pedro, conocida como “Tres Brazos”.

 

También es un refugio importante para la migración de aves, llegando cada invierno más de 300 especies diferentes que vuelan desde Canadá para pasar el tiempo de frío en sus cálidas aguas y rica vegetación.

 

Existen alrededor de 480 especies vegetales, 255 de aves, 104 de mamíferos, 68 de reptiles, 52 de peces y 27 de anfibios.

Entre las especies destaca el pato real, pijije, halcón peregrino y águila pescadora, así como el cocodrilo, manatí, tortuga blanca, venado cola blanca, armadillo, manatí y tepezcuintle.

 

La Casa del Agua fue fundada para apoyar el cambio cultural, especialmente en la población local, contribuyendo a una cultura conservacionista de los humedales a través del reconocimiento de sus valores culturales, económicos y ambientales.

 

Además, promueve proyectos productivos y actividades de ecoturismo.

 

Existen cerca restaurantes rústicos con comida local y pueden hacerse recorridos en lanchas por lagunas y conocer “Los pajarales”, donde anidan aves locales y migratorias, ver los manglares y tintales o comer mojarras “castarrica” en palapas de las riberas de los ríos.