El satélite cuántico de China agrega dos nuevos trucos a su repertorio

Un satélite cuántico récord ha vuelto a soplar la competencia, logrando dos nuevos hitos en las comunicaciones cuánticas de larga distancia a través del espacio.

En junio, investigadores chinos demostraron que el satélite cuántico Micius podría enviar partículas cuánticas enredadas a lugares lejanos en la Tierra, cuyas propiedades permanecen entrelazadas a pesar de estar separadas por más de 1.200 kilómetros. Ahora los investigadores han utilizado el satélite para teletransportar las propiedades de las partículas y transmitir claves de cifrado cuántico. El resultado, publicado en dos artículos publicados el 3 de julio y el 4 de julio marca la primera vez que se han demostrado las dos técnicas en el espacio.

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En la teleportación cuántica, las propiedades de una partícula son transferidas a otra. Los científicos primero enviaron partículas de luz, o fotones, desde el suelo hasta el satélite cuántico- una distancia de hasta 1.400 kilómetros. Cuando los investigadores realizaron mediciones particulares de otros fotones en el suelo, las partículas espaciales adquirieron las propiedades de los landlubbers, gracias al entrelazamiento cuántico entre las partículas terrestres y satélites. Aunque está muy lejos de la variedad Star Trek de teletransporte, el proceso es un ingrediente importante de la comunicación cuántica.

Distribución de clave cuántica es un método de creación de una cadena secreta de números aleatorios que se pueden utilizar para cifrar las comunicaciones. Los investigadores enviaron fotones del satélite a la Tierra a distancias de hasta 1.200 kilómetros, utilizando la polarización de los fotones, la orientación de sus ondas electromagnéticas, para transmitir una serie de números aleatorios con la máxima seguridad.

La comunicación cuántica vía satélite puede alcanzar distancias mayores que la transmisión terrestre, porque en el espacio, las partículas no son absorbidas por la atmósfera. Los nuevos resultados allanan el camino para un Internet cuántico global que proporcionaría comunicaciones ultra-seguras y permitiría a los ordenadores cuánticos trabajar juntos.

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Con información de Science News