Los humanos están programados a favor de inclinarse hacia la derecha al besar a sus parejas, según un estudio internacional realizado por psicólogos y neurocientíficos.
La investigación, realizada por las universidades de Dhaka, Bath and Bath Spa, encontró que quienes reciben el beso tienen una tendencia a igualar la dirección de cabeza de sus compañeros.
Expertos hicieron su investigación fuera de los países occidentales para investigar los comportamientos de besos en un contexto no occidental, incluyendo un sesgo para girar la cabeza a un lado.
Su trabajo, publicado en la revista Scientific Reports, estudió 48 parejas casadas en Bangladesh, donde el beso romántico no se observa típicamente en público. Se les pidió a las parejas que se besaran en privado en sus propias casas, luego entraran a diferentes habitaciones e informaran independientemente sobre varios aspectos del beso.
Los hombres eran aproximadamente 15 veces más propensos a iniciar el beso que las mujeres, y ambos compañeros mostraron un sesgo para girar sus cabezas hacia la derecha.
El Dr. Rezaul Karim, del departamento de psicología de la Universidad de Dhaka, dijo: “Este es el primer estudio que muestra las diferencias sexuales en la iniciación del beso, con los varones más probabilidades de ser el iniciador, y también que en la cabeza de los iniciadores de beso la dirección de giro tiende a modular la dirección de giro de la cabeza en los receptores del beso.
“Sobre la base de nuestro trabajo teórico previo, también somos capaces de hacer nuevas hipótesis sobre la base neural subyacente para estos comportamientos”.
El estudio encontró que más de dos tercios de los iniciadores de besos y los receptores de beso giraron sus cabezas hacia la derecha al momento de besar. Los hombres representaron el 79% de las iniciaciones de los besos.
La dirección de inclinación de la cabeza del iniciador de beso también predijo fuertemente la dirección de inclinación de la cabeza del receptor del beso.
Esto sugiere que los receptores del beso tienen una tendencia a igualar la dirección de sus compañeros para evitar la incomodidad de reflejar cabezas. Las personas a las que se les pidió que reflejaran los movimientos de la cabeza del otro durante un beso informaron que sentían incomodidad.
“Esto sugiere además los mecanismos cognitivos subyacentes del acto de besar y girar la cabeza”, dijeron los autores. “Aunque esta acción tiende a ser realizada intuitivamente, debe tomarse una decisión sobre la dirección a la cual los socios deben inclinarse para poderse besar”.
El escenario para el estudio fue significativo, ya que los besos en Bangladesh son muy privados y censurados por la televisión o el cine, agregaron. Los resultados de los países occidentales pueden atribuirse a factores culturales o aprender a besarse a través de influencias en la televisión o el cine, pero esto no puede decirse para países como Bangladesh. Estudios anteriores han involucrado a parejas que se besan en lugares públicos como aeropuertos, estaciones de ferrocarril, playas o parques.
El Dr. Michael Proulx, del departamento de psicología de la Universidad de Bath, dijo: “Este estudio es único en darnos una mirada en un comportamiento privado en una cultura privada, con implicaciones para todas las personas.”
Con información de The Guardian
