Síndrome del bebé común en menores de 2 años

Ensenada -Al desconocer que los resultados de sacudir bruscamente a los niños podrían ser devastadores, sus cuidadores (incluidos los padres) los zarandean como un juego o inclusive, como medida correctiva.

La doctora Imna Edith Arce Pacori directora de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) número 32 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Ensenada, advirtió que jamás se debe sacudir a un lactante debido a que su frágil condición, podría acarrear afecciones en el cerebro, los huesos de la espalda y brazos.

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Las lesiones más frecuentes por movimientos bruscos, son hemorragias cerebrales, en la retina, daños en la médula espinal y el cuello; además de fracturas de las costillas y otros huesos. Estas lesiones en la mayoría de los casos suelen presentarse menores de 2 años de edad, aunque pueden ocurrir en todos los niños.

Explicó que hay señales que muestran claramente que ha sido sacudido y que por lo tanto tiene presión en el cerebro; irritabilidad extrema, convulsiones, vómitos, inapetencia, letargo, piel pálida o azulada, problemas respiratorios y alteraciones físicas.

Advirtió que como resultado de este tipo de movimientos, podrían sufrir graves consecuencias como ceguera, pérdida auditiva, retraso mental, ataques epilépticos y en caso extremo, la muerte.

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Para tranquilizar a un bebé, dijo, es indispensable que en primer término se verifique si no tiene hambre, calor o frío; posterior a ello, cambiarle el pañal y si continúa llorando, habrá que acurrucarlo. Si nada funciona, hay que recurrir al especialista tomando en cuenta que no todas las enfermedades presentan síntomas visibles o de fácil detección para los padres.

La mejor manera de prevenir es asegurarse de que las necesidades básicas del bebé estén cubiertas, realizar movimientos rítmicos suaves, darle algo que pueda succionar –como un biberón-, jugar siempre de manera suave y saber qué hacer cuando llora.