Nicola Sturgeon ha abandonado sus demandas para un nuevo referéndum escocés de independencia antes de que el acuerdo de Brexit se firme, después de que su partido sufriera derrotas pesadas en las elecciones generales.
La primera ministra dijo a Holyrood (parlamento escocés) que aceptó que no había apoyo popular en Escocia para una segunda votación sobre la independencia, y que la legislación para celebrar una se retrasaría hasta por lo menos el otoño de 2018.
“Mi responsabilidad como primera ministra es construir la mayor unidad y consenso posible”, dijo a los parlamentarios escoceses. “Nos enfrentamos a un Brexit por el que no votamos y en una forma más extrema de lo que cualquiera de nosotros podría haber imaginado hace un año”.
Sturgeon dijo que se reservó el derecho de traer de vuelta su proyecto de ley para organizar el voto de independencia en el otoño de 2018, momento en que dijo que los términos del acuerdo británico Brexit con la UE se harían claros.
El partido nacional escocés perdió 21 de sus 56 asientos de Westminster en las manos de los tres partidos pro-Reino Unido en la elección. Su apoyo cayó 470,000 votos, y Sturgeon vio a su líder de Westminster, Angus Robertson, y el ex primer ministro Alex Salmond perder sus asientos ante los Tories.
Sturgeon admitió que los votantes de Escocia habían rechazado sus llamamientos para una nueva votación, por lo que ahora estaba eliminando su calendario para presentar un proyecto de ley de referéndum antes de Navidad. Eso le permitiría “reajustar” su estrategia.
El calendario revisado haría más difícil organizar el referéndum antes de las próximas elecciones parlamentarias escocesas en mayo de 2021, a menos que se haya programado que suceda en esa elección. Aprobar esa propuesta de ley, acordar los arreglos legales necesarios con el gobierno del Reino Unido y luego permitir al menos seis meses para celebrar el referéndum, tomaría por lo menos 18 meses.
Sturgeon le dijo a Holyrood que planeaba ahora “poner mi brazo al volante” para construir un consenso entre partidos para asegurarse de que las conversaciones de Brexit produjeran el mejor acuerdo posible para Escocia.
Sturgeon ha suavizado lenta pero deliberadamente sus demandas de un referéndum en los últimos meses, después de una serie de encuestas de opinión mostró un apoyo cada vez menor para el voto y para el SNP. La popularidad de Sturgeon también sufrió, con una encuesta en mayo mostrando que su popularidad había disminuido en 28 puntos a -4 desde septiembre de 2016.
Con información de The Guardian
