CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Camila Jiménez Sáez, una joven transgénero de nacionalidad colombiana a quien se le había negado continuar sus estudios de posgrado en la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), logró su reincorporación en la institución académica después de interponer una denuncia por discriminación.
Por unanimidad, el Consejo Directivo de la UAZ decidió permitirle retomar sus estudios para cursar su cuarto y último semestre de la maestría en ciencias sociales. El rector Rubén Ibarra Escobedo se declaró impedido para votar la decisión, porque fue él fue quien decidió la expulsión.
“Hay muchas cosas que me preocupan, pero lo importante es que estoy adentro”, afirmó la estudiante colombiana tras conocer el fallo.
De acuerdo con la UAZ, Camila fue expulsada del programa a inicios de año, porque ya había vencido el plazo para inscribirse, además de que, según Ibarra Escobedo, “sus profesores no le querían dar clases”.
Jiménez Sáez llegó a Colombia para pasar sus vacaciones y le dio varicela, por lo que tuvo que ser incapacitada por 15 días. Para esas fechas, entre el 23 y el 27 de enero, debía inscribirse en la universidad y pagar la matrícula. No pudo viajar y, dentro del plazo establecido por la UAZ para la inscripción, le escribió un mensaje al rector explicándole su situación y pidiéndole que le diera más tiempo para viajar a México a matricularse.
No hubo respuesta a ese correo, pero a los pocos días recibió una comunicación en la que se le informaba que quedaba excluida de la beca por no cumplir con los requisitos.
Posteriormente la joven colombiana acudió con su director de tesis, Marco Elías Salazar, para solicitarle ayuda, pero éste desvió la conversación y aludió asuntos relacionados con su identidad de género. También le recriminó su comportamiento sexual, le dijo que era muy “mostrona” y que “mejor se devolviera a Colombia”.
Asimismo, le reprochó los contenidos que ella publicaba en sus redes sociales, como un video sobre el cambio de sexo, como si se tratara de una cosa vergonzante.
Además, la UAZ se negaba a nombrarla “Camila”, como ella lo había expresado, y la seguía llamando “Juan Camilo”.
La organización Caribe Afirmativo asumió el caso e interpuso una denuncia por discriminación. La mañana del viernes 10 intervino en el proceso la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, que durante 15 minutos se reunió con la estudiante, la organización y el Consejo Directivo de la UAZ.
Después de que los seis miembros del Consejo Directivo se pronunciaron por el reintegro de la alumna, al rector no le quedó más que acatar la decisión.
