Después de casi 11 horas de cirugía con cuatro equipos de médicos, Zion Harvey se había ganado su lugar en la historia médica. El niño de ocho años se había convertido en el primer niño en el mundo en recibir exitosamente un trasplante de manos en un procedimiento que parecía anunciar una revolución en la medicina de trasplante.
Dos años después, el chico de Baltimore, Maryland, está disfrutando de la libertad e independencia que sus nuevas manos le han dado. En el primer informe de la revista médica del tratamiento pionero de Zion, publicado el miércoles, los expertos implicados declaran la operación un éxito y dicen que otros niños podrían beneficiarse del conocimiento adquirido.
Zion tuvo que depender de otros después de que le cortaran las manos y los pies cuando contrajo sepsis. Durante seis años utilizó una combinación de sus extremidades residuales y equipo especializado para vestirse, lavarse y comer – hasta que el doble trasplante de manos cambió su vida.
“A los 18 meses después del trasplante de manos, el niño había superado sus habilidades adaptativas anteriores. A partir de 18 meses después de la cirugía de trasplante es capaz de escribir y alimentarse, asearse y vestirse de manera más independiente y eficaz de lo que podía hacer antes del trasplante“, escribe el equipo del Hospital de Niños de Filadelfia en la Salud de los Adolescentes y Niños The Lancet.
El trasplante de órganos es arriesgado ya que el cuerpo del receptor puede rechazar la nueva parte del cuerpo, mientras que el régimen de fármacos implicado conlleva una serie de riesgos para la salud. Dos años después del trasplante que tuvo en julio de 2015, Zion, ahora de 10 años, está lidiando bien con ambos.
Con información de The Guardian
