Donald Trump hace su debut europeo como presidente de Estados Unidos esta semana; mientras que su predecesor, Barack Obama, regresa al continente para su primera visita desde que renunció a la Casa Blanca en enero.
Aunque aparentemente no son intencionales, las visitas coincidentes sirven para resaltar la visión radicalmente diferente de Europa de los dos hombres. Una encuesta del Pew Research Center en junio pasado encontró que el 77% de los europeos tenían confianza en Obama y el 9% en el hombre que ahora es presidente.
El contraste se pondrá en claro el jueves, cuando el actual presidente y su predecesor tienen compromisos públicos paralelos en Europa, proporcionando una comparación entre sus estilos opuestos.
Trump, en su gira inaugural en el extranjero, que también ha tomado paradas en Arabia Saudita e Israel, tiene una cita para almorzar con el recién elegido presidente francés, Emmanuel Macron, en Bruselas. También tiene reuniones y una cena con líderes de la UE y de la OTAN.
Obama pronunciará un discurso junto a la canciller alemana Angela Merkel en la Puerta de Brandenburgo de Berlín. La Fundación Obama dice que la invitación de Merkel llegó antes de las elecciones de Estados Unidos, por lo que el hecho de que él esté en Europa al mismo tiempo que Trump es pura coincidencia.
Los europeos ya están ansiosos por la anticipación. Fotos de Obama en vacaciones en la Toscana con su esposa, Michelle – relajado y sonriente con una camisa desabotonada – sólo han aumentado la sensación de anhelo de un presidente cuya racionalidad, sofisticación e inteligencia emocional a menudo contrastan con su sucesor.
Respecto a la visita de Berlín a Obama, punto culminante de una temporada de celebraciones para conmemorar el 500 aniversario de la iglesia protestante, el Leipziger Zeitung escribió que su presencia en Alemania sería como la de un “sanador”.
“Ya es un ex presidente dolorosamente extrañado”, escribió el periódico en un editorial, describiéndolo como un “predicador elocuente y carismático”, cualidades que sugirió que faltaban mucho en Trump.
Con información de The Guardian
