Donald Trump no ordenará el traslado de la embajada estadounidense en Israel de Tel Aviv a Jerusalén en un futuro cercano, a pesar de los fuertes cabildeos en los últimos días por altos funcionarios israelíes.
Un alto funcionario estadounidense reveló que Trump -como todos sus predecesores presidenciales- ha firmado la renuncia presidencial semestral a la Ley de Embajada de Jerusalén en 1995, renunciando a una promesa de campaña clave, citando su deseo de maximizar las posibilidades de “negociar un acuerdo de paz entre Israel y los palestinos “.
Pero el funcionario insistió en que Trump todavía tiene intención de trasladar la embajada. “Es una cuestión de cuándo”, dijo un funcionario estadounidense, y agregó que el presidente “no cree que es el momento justo ahora mismo”.
“En el momento oportuno, tratará de maximizar las posibilidades de negociar con éxito un acuerdo entre Israel y los palestinos”.
La decisión de Trump de renovar la renuncia se produjo cuando se enfrentó a un plazo del jueves para renovar o dejar que el departamento de Estado pierda la mitad de sus fondos para sus instalaciones en el extranjero.
Los presidentes de ambos partidos han renovado la renuncia cada seis meses durante años.
“Nadie debería considerar este paso como un retroceso del fuerte apoyo del presidente a Israel y a la alianza entre Estados Unidos e Israel”, dijo la Casa Blanca.
“El Presidente Trump tomó esta decisión para maximizar las posibilidades de negociar con éxito un acuerdo entre Israel y los palestinos, cumpliendo su obligación solemne de defender los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos”.
En una declaración, la oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que lejos de ayudar a la paz, la firma de la renuncia lo obstaculizaría.
“La posición consistente de Israel es que la embajada americana, como las embajadas de todos los países con los que tenemos relaciones diplomáticas, debe estar en Jerusalén, nuestra capital eterna.”
“Mantener las embajadas fuera de la capital conduce la paz más lejos ayudando a mantener viva la fantasía palestina de que el pueblo judío y el estado judío no tienen conexión con Jerusalén”.
Pero la noticia fue bienvenida por los funcionarios palestinos como un “paso positivo importante” que demostró que los Estados Unidos estaban serios acerca de promover la paz.
Con información de The Guardian
