Donald Trump el jueves lamentó el retiro de “bellas estatuas y monumentos” que conmemoraban a la Confederación, diciendo que estaba triste por ver la historia y la cultura de Estados Unidos “destrozadas” por los esfuerzos para remover los monumentos.
Los comentarios de Trump llegaron días después de que una protesta de la supremacía blanca contra la eliminación de una estatua del general confederado Robert E Lee en Charlottesville, Virginia se volvió violenta. Trump está bajo ataque después de haber defendido a los supremacistas blancos, quienes llevaban carteles con esvásticas y cantaban insultos racistas y antisemitas.
En una serie de tweets de la mañana, Trump comparó las estatuas de líderes confederados como Lee y Stonewall Jackson a los monumentos de los padres fundadores de los Estados Unidos, entre ellos George Washington y Thomas Jefferson.
“La belleza que se está sacando de nuestras ciudades, pueblos y parques será muy extrañada y nunca será reemplazada!” Trump twitteó.
Preguntado durante una conferencia de prensa el martes si las estatuas de Lee deben ser retiradas, Trump dijo: “Esta semana es Robert E Lee. Me di cuenta de que también quieren quitar las de Stonewall Jackson. Me pregunto, ¿será George Washington la próxima semana? ¿Y si es Thomas Jefferson la semana después? Sabes, realmente tienes que preguntarte, ¿dónde termina? ”
Mientras que los cuatro hombres tuvieron esclavos, ni Washington ni Jefferson se rebelaron contra los Estados Unidos en un intento por proteger la institución de la esclavitud de la interferencia federal.
Trump ha recibido críticas sostenidas por defender las estatuas. También ha trazado paralelos entre los supremacistas blancos y los manifestantes anti odio como Heather Heyer, quien murió durante la violencia en Charlottesville.
Trump negó en Twitter que había dicho que había una equivalencia moral entre el Ku Klux Klan, los neonazis y los supremacistas blancos con los manifestantes anti-odio. Dijo que sus palabras habían sido distorsionadas por los medios de comunicación.
Las llamadas para eliminar las estatuas confederadas en exhibición en ciudades, estados e incluso el Capitolio de los EEUU han aumentado en los días desde Charlottesville. Esta semana, Baltimore eliminó en silencio cuatro estatuas durante la noche, mientras que los alcaldes de Florida a Kentucky han pedido que sus monumentos sean derribados.
Con información de The Guardian
