Donald Trump dijo que tiene “una rara oportunidad de traer seguridad, estabilidad y paz” al Oriente Medio después de llegar a Israel en la segunda etapa de su primera gira en el extranjero como presidente de Estados Unidos.
Trump fue recibido en el asfalto en el aeropuerto de Ben Gurion por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el presidente, Reuven Rivlin.
Descendiendo los pasos del avión presidencial con su esposa, Melania –y al parecer refiriéndose a los problemas de planificación que han ensombrecido un viaje que los funcionarios israelíes han descrito en privado como “caótico”– Trump le preguntó a Netanyahu: “¿Cuál es el protocolo? , El primer ministro echó las manos al aire y respondió: “¿Quién sabe?”
En declaraciones conjuntas sobre el asfalto, Trump y Netanyahu se refirieron a las esperanzas de un acuerdo de paz más amplio en la región, comentarios que eran pesados en la retórica, pero que dejan poca luz en los detalles de cómo se podría lograr.
Netanyahu señaló el “poderoso” discurso pronunciado por Trump el día anterior en Arabia Saudí, cuando “llamó a todas las naciones a expulsar a terroristas y extremistas”.
“La mano de Israel se extiende en paz a todos nuestros vecinos, incluyendo a los palestinos”, dijo Netanyahu.
Trump alabó a Israel, diciendo que había “construido una de las grandes civilizaciones: una nación fuerte, resiliente y determinada”, que dijo estar “forjada en el compromiso de que nunca podamos repetir los horrores y las atrocidades del siglo pasado”.
“Durante mis viajes en los últimos días, he encontrado nuevas razones para la esperanza”, agregó Trump. “Tenemos ante nosotros una rara oportunidad de traer seguridad, estabilidad y paz a esta región y a su gente, derrotando al terrorismo y creando un futuro de armonía, prosperidad y paz, pero sólo podemos lograrlo trabajando juntos. No hay otra manera.”
Con información de The Guardian
